OPINION

'Salvados', la televisión que nada a contracorriente

Salvados, 'Campeones'.
Salvados, 'Campeones'.

El periodismo también es presentar bien a los protagonistas de la noticia. Salvados lo consigue. Desde siempre. Y lo ha vuelto a hacer en su retorno esta noche.

Sin voces en off, sin parafernalias. Sólo a través de imágenes y su sonido ambiente, el programa de Jordi Évole ha trazado un retrato de los protagonistas de Campeones, éxito cinematográfico que ha sido el epicentro del estreno de temporada del formato de La Sexta.

En una televisión (mal)acostumbrada a sobreexplicar, Salvados apuesta por una línea narrativa que va abrazando el interés del espectador a través de detalles cotidianos que dibujan partes del todo. Así, el programa empieza mostrando una conversación en un coche entre Évole y un amigo, Francisco. Pero no los muestra de frente, el espacio los graba desde el asiento de atrás en un sucio plano de escorzo que potencia el interés en la conversación y amplifica la curiosidad por descubrir el rostro del desconocido acompañante que va contando su historia.

Évole y Francisco viajan hacia el encuentro con los protas de Campeones. Una película sobre personas con discapacidad intelectual que ha triunfado en un mundo (más de diecinueve millones de euros recaudados y tres millones de espectadores en siete meses en cartelera) en el que cuando se trata las problemáticas de las personas con discapacidad, dicen que se suele derrumbar la audiencia. El propio Évole lo ha sufrido. Hace unos años, la edición de Salvados que desarrolló reivindicación de personas con discapacidad física cosechó uno de los mínimos de audiencia de la historia del espacio de La Sexta.

El público prefiere no ver según qué temas. La discapacidad, física o intelectual, ha sido tratada mediáticamente de forma tan sesgada, con tantos clichés, que se han favorecido los guetos y se ha fomentado un profundo desconocimiento. Por eso es tan extraordinario e inspirador el éxito contundente de esta película de Javier Fesser.

La edición de Salvados, como también hacen otros formatos como Radio Gaga y la propia Campeones, ha propiciado un retrato realista y próximo, sin condescendencias. Ahí radica la clave crucial de la que suele carecer el tratamiento de la discapacidad en los medios. Salvados no busca dar pena, no está a la caza el sensacionalismo que suba el share. Sólo intenta retratar y escuchar, sin preocuparse por la desfasada denominación de ritmo televisivo o por resultar especialmente entretenido. Pero el programa sí retrata con astucia con el objetivo de convertir la realidad en una historia interesante.

Y ese reto sólo se consigue presentando con diáfana sensibilidad a los protagonistas. Y, en eso, Salvados constata maestría para adaptarse a cada temática sin autoponerse demasiadas barreras -otro clásico de la tele actual-, ni creativas ni convencionalistas. Los artífices de Salvados saben lo que necesita cada programa, se adaptan y si hace falta hasta introducen puntos álgidos -como esta noche los mensajes sorpresa de Alejandro Sanz y Chimo Bayo- para crear picos de interés que dinamicen la estructura lineal del formato.

Dicen que cuando la cámara se mueve mucho, la televisión parece más de verdad, porque es como si estuvieras ahí, con los protagonistas. Las cámaras del retorno de Salvados se han movido un poco, pero el programa capitaneado de Jordi Évole traspasa por algo más importante: por su talento periodístico a la hora de rodar con ingenio y transparencia los temas que trata. El "más difícil todavía", más aún en un universo con tantos prejuicios sociales hacia las personas con discapacidad. Campeones ha ayudado a derribar algunos de esos prejuicios. Pero, hoy, en un lugar de tanta visibilidad como un prime time de una cadena generalista, Évole ha contribuido a seguir haciéndolo. Esperemos que el share mañana responda, para no dar la razón a aquellos que dicen que la diversidad funcional espanta al público.

*Actualización: Salvados: Campeones' ha congregado un 10.8 por ciento de share con 2.009.000 de espectadores. Un buen dato para La Sexta en una noche de alta competencia -MasterChef, Gran Hermano Vip, el programa de Jesús Calleja. No obstante, se trata de un regreso a medio gas en audiencias, pues dista de otras emisiones de estreno que obtuvieron resultados más destacados. 

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