Los increíbles parecidos entre el mundo del fútbol y las empresas

Sustituyan la palabra 'equipos' por 'empresas'; 'entrenadores' por 'directivos', 'jugadores' por 'empleados', y 'seguidores' por 'clientes'. Verán que obedecen a las mismas leyes. Lo que pasa en el fútbol pasa en las empresas y en la banca.

-Jugadores que meten la pata de forma inexplicable en jugadas sencillas, y recuperan su prestigio con otras jugadas maravillosas.

-Equipos  deprimidos y condenados a sufrir calvarios permanentes, cambian de entrenador y se ponen a la cabeza de las competición.

-Entrenadores que son alabados por su eficacia, caen en la desgracia poco después por sus fracasos.

-Dueños de clubes que logran el cénit de la fama y del dinero, acaban siendo encarcelados por mala gestión.

-Seguidores que manifiestan un apoyo exaltado en un partido, pero te abuchean y te abandonan en el siguiente.

-Jugadores que no logran encajar en un equipo, se cambian a otro y empiezan a brillar.

-Jugadores fichados por precios astronómicos demuestran que toda aquella inversión fue un desastre.

-Clubes que parece funcionar como máquinas perfectas y bien engrasadas hasta que pasan a ser un ejemplo de cómo no hay que hacer las cosas.

-Jugadores que manifestaban 'defender los colores hasta la muerte', cambian de equipo y dicen lo mismo con los otros colores porque les pagan mucho más.

-Hinchas que alaban a un jugador por representar los valores del equipo, y que luego le insultan por irse a otro equipo, sabiendo que ellos harían lo mismo por dinero.

-Entrenadores despedidos y humillados, vagan por el mundo entrenando sin éxito, hasta que les vuelven a dar una gran oportunidad y recuperan su prestigio.

-Entrenadores que triunfan sin discusión a pesar de que sus estilos son opuestos: el dictador, el egocentrista, el conciliador, el obsesivo, el chulo, el introvertido, el rey león...

-Jugadores desconocidos que están en el banquillo hasta que les dan una oportunidad y dejan al mundo del fútbol boquiabierto.

-Jugadores que pasan desapercibidos por no haber hecho jugadas geniales pero que siempre han rendido con eficacia aunque nadie se fije en ellos.

-Clubes con grandes presupuestos que no han obtenido mucho éxito, y clubes de bajo presupuesto que han destacado mucho más.

-Dueños de clubes que arruinan con su mala gestión a buenos equipos, pero siguen ahí inexplicablemente.

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