OPINION

UNESCOSat; he soñado naves oliendo más allá de Orión

Por primera vez, las Naciones Unidas tienen previsto dejar su impronta en el espacio con un satélite internacional destinado a fomentar la cooperación global en el campo científico, un satélite con el que los maestros y los estudiantes de todo el mundo podrán comunicarse y utilizar sus instrumentos, mediante cursos especialmente diseñados para la tecnología espacial.

El satélite de 5 millones de €, bautizado como UNESCOSat, no irá solo. En sus bodegas viajará la bacteria Shewanella MR-1. El objetivo es, hablando sin rodeos espaciales, ver si la Shewanella puede convertir las heces de los astronautas en hidrógeno, para su uso como combustible y abordar así los viajes espaciales de larga duración con garantía de éxito.

La NASA ha estado utilizando células de combustible de hidrógeno desde el programa Apolo y actualmente los astronautas beben el agua producida por las células de combustible de los transbordadores espaciales, que se alimentan con su orina.

Sin embargo, estas fuentes de hidrógeno podrían ser un problema en las misiones espaciales de larga duración. Y ahí es donde entra a bailar la Shewanella, una bacteria que convierte los residuos sólidos en hidrógeno.

Antes de ponerse a lanzar heces sobre el ventilador, los científicos necesitan saber cómo las bacterias se comportan en condiciones de falta de gravedad. El experimento lo que medirá es qué tal crece la Shewanella MR-1 en el espacio, para determinar cómo cambia su ciclo de vida y su fiabilidad para grandes temporadas ahí fuera.

Porque las bacterias anaerobias (no necesitan oxígeno para crecer) son tan resistentes que pueden sobrevivir en el lugar con las condiciones más hostiles para la vida. Científicos británicos anunciaron recientemente que una bacteria que habían recogido en un acantilado del Mar del Norte sobrevivió 553 días en el espacio.

En el experimento, las bacterias fueron colocadas en el exterior de la Estación Espacial Internacional, donde estuvieron expuestas a rayos cósmicos, radiación ultravioleta, grandes cambios de temperatura y todo tipo de judiadas a 355 km de altura. Y resistieron año y medio. El UNESCOSat está previsto que permanezca orbitando durante cinco años, a contar desde su lanzamiento en el primer semestre de 2011.

También otra carga de bacterias estudiará la viabilidad de su supervivencia en las capas de hielo de Marte, en parte para ayudar a los científicos a determinar la evidencia de formas de vida extintas en el planeta rojo.

Vía: Ciencia Popular

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