OPINION

El único catalán que se ríe (en serio) del independentismo

La sentencia del juicio del 'procés'
La sentencia del juicio del 'procés'
EFE / Quique García

Albert Soler es un periodista "peligroso" que nació en Girona en los años sesenta del siglo XX. De él hablan bien sus colegas y sus lectores -alguno no, porque no le entiende-, y fatal los políticos independentistas que no aceptan que uno de los "suyos" con ocho apellidos catalanes se ría en sus artículos -y fuera de ellos- del separatismo y de ese mundo “lacista” que se caracteriza por su fiebre amarilla. Sus poderes para alterar los nervios de los mandarines de la frustrada independencia son el sarcasmo y la sátira, y aunque a veces recibe amenazas, a ellos recurre siempre que escribe en el "Diari de Girona" o le mencionan el nombre de alguno de los "estadistas" del secesionismo: Puigdemont, Junqueras, Torra, Pujol, Rufián, Mas, Trapero….

Esta semana, Albert Soler estuvo en Madrid presentando la versión castellana de su libro "Nos cansamos de vivir bien. La otra cara del procés", donde realiza una radiografía política y social de estos últimos cuatro años de furibundo catalanismo independentista. El título del libro es de inspiración mediterránea, y se lo regalaron dos viejos y sabios pescadores de L'Escala que, al preguntarles su opinión sobre el 'procés', respondieron que los catalanes "estábamos cansados de vivir bien". De su amada Cataluña y de sus poco valorados políticos hablamos con Albert Soler, el único catalán que se ríe (en serio) del independentismo.

-¿Por qué se ríe usted de los independentistas?

-Primero porque me gusta reírme de todo. Pero sobre todo, porque eso les molesta más.

-¿No le gusta la independencia para Cataluña?

-La independencia ni me gusta ni me disgusta, lo que no me gusta son los farsantes. Si por métodos legales Cataluña se independizara, me daría igual, lo único que yo debería hacer sería ir a cambiarme el DNI español por otro catalán. Lo que no acepto es que lo quieran hacer por la fuerza.

-Trabajó con Puigdemont, ¿apuntaba ya maneras de 'Fugitivo' o de 'Mártir de la patria'?

-La verdad es que no. Era un tipo gris, un poco excéntrico, no soportaba oír un teléfono sonar más de tres veces, pero buen compañero. Supongo que su enfermedad mental estaría latente, todavía no se manifestaba en toda su gravedad. Porque está enfermo, ¿no?

-¿Quién tiene más culpa de la situación que vive Cataluña: Jordi Pujol, Artur Mas…?

-Pujol, por sentar las bases de todo, con el control sobre la escuela y los medio públicos de comunicación. Artur Mas, por no calcular a donde nos llevaría la deriva a la que estaba invitando a la población. Puigdemont, por su megalomanía y mesianismo, con sus ansias de pasar a la historia aunque fuera a costa de cargarse la convivencia. El Estado español, por haber permitido y seguir permitiendo cada día que a los no independentistas se les maltrate en Cataluña. Y dos millones de borregos que se creyeron a unos inútiles que les prometían una Arcadia imposible.

-Sus tres hijos mayores de edad son independentistas, ¿qué ha hecho usted mal?

-Podría ser peor, podrían ser del Real Madrid. Mi pecado es que, al contrario que la escuela, yo no adoctrino, dejo que crean en lo que quieran. De todas formas, como no son tontos -o sea, que algo habré hecho bien- han reducido mucho su pulsión independentista. Cada vez son más críticos. Falta poco para que vean la luz.

-¿Quiénes se cansaron de vivir bien?

-Dos millones de catalanes y un puñado de políticos. No sé a quién se le ocurre intentar una revolución en una de las regiones más prosperas y avanzadas de Europa. No solo económicamente, también socialmente, por no hablar de las libertades, a santo de qué…

-¿Usted es un catalán de pura cepa o un botifler de nuevo cuño?

-Creo que las dos cosas. Tengo tantos apellidos catalanes que no tengo noticia de ningún antepasado mío que no lo fuera. Y botifler, desde luego, ya que dicho en boca de esos filofascistas es todo un orgullo; supongo que Joachim Fest sería un traidor a ojos de muchos alemanes por negarse a seguir las directrices nazis. Hoy en día, en Cataluña, lo mas digno que se puede ser es botifler. La cruz de Sant Jordi es una mierda, es mucho mejor llevar colgado el sambenito de botifler.

¿Cómo se ve en Cataluña el pacto de ERC con Sánchez?

Algunos lo ven como una oportunidad de rebajar la tensión. Los “lacistas”, los del lazo amarillo, como una traición a la patria. Yo lo veo con miedo: a ver si van a solucionar algo y me dejan sin procés, con la de material que me dan para escribir columnas.

-¿Cuál es el futuro de Quim Torra, dejará este fin de semana de ser presidente?

-Es un cadáver político, incluso diría que ya huele. El problema es que encontrar un sustituto de sus mismas capacidades intelectuales va a ser difícil. Creo que debería ser un mejillón en escabeche, y aun puede que el molusco lo superara.

-¿Junqueras debería estar fuera de la cárcel?

-No veo por qué. A él y a los demás se les acuso de sedición porque no existe el delito de gilipollas. Pero si ha sido declarado culpable, que pringue.

-¿Qué le parece Madrid, usted que viene del paraíso independentista?

-He quedado aterrado al no ver lazos amarillos. Uno está tan acostumbrado a ellos que le cuesta asimilar su ausencia. Ahora, una vez acostumbrado, me quedaría a vivir aquí. Los oprimiditos de Cataluña me producen hastío.

Mostrar comentarios