En mi molesta opinión

'Hasta el rabo todo es toro', según Sánchez; pero más cornadas dan las encuestas

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
EFE

Ya nadie lo duda: tras el batacazo del 19-J en Andalucía hay un antes y un después para la mayoría de españoles. Ahora, llega el momento de la intranquilidad socialista y de los cuerpos confundidos por las dudas. Algunos quieren adornar el fracaso con una suave digestión imposible de aclarar y menos de solucionar. En Moncloa y en Ferraz, sedes factótum del poder político y orgánico, son algo extremistas y algo lunáticos, pero nunca son demasiado tontos, y saben que llega la necesidad de mover ficha y evitar el continuo “así no se puede seguir”, que tanto circula por el PSOE y por este Gobierno sanchista recalentado por el salvavidas de la OTAN, y zarandeado por sus propios socios de coalición convertidos en oposición. Mientras, la otra, la “desleal” oposición, según Pedro Sánchez, se frota las manos y empieza a salivar viendo que los aires soplan muy a su favor, a favor del PP, y que la hora de la verdad -del cambio de ciclo- puede estar más cerca.

Sin embargo, el presidente del Gobierno, experto en contradecir apuestas desfavorables y convencido de la máxima taurina de que “hasta el rabo, todo es toro”, está dispuesto a acometer (para salvar los muebles) una importante crisis en su Ejecutivo y en el propio partido, como ya predijimos en lainformacion.com unos días antes de las pasadas elecciones. Todo apunta al próximo mes de septiembre, cuando empiece el nuevo curso político y el reloj -no marques las horas- comience a sonar con fatídica urgencia, tic-tac-tic-tac… El miedo, por no decir el pavor a una corriente favorable al PP, como se está comprobando en todos los sondeos, hasta El País y la SER colocan a Alberto Núñez Feijóo por delante en votos y escaños, plantea la posibilidad de que los socialistas acaben siendo barridos por los populares, incluso antes de lo previsto por los estrategas monclovitas, y sin poder recurrir a la ayuda electoral de sus socios separatistas o bilduetarras.

"Aunque el verdadero crujir de dientes es para los otros, que sienten una especie de ahogo o asfixia interior, y ven que estas pueden ser sus últimas vacaciones a cuerpo de ministro"

Esta circunstancia ha convencido a Sánchez y a los miembros de su plena confianza de que es necesario hacer algunos cambios, modificar dinámicas de funcionamiento y recolocar algunas caras desgastadas o mal posicionadas políticamente, tanto en el Gobierno como en el PSOE. No es fácil jugar a cortar cabezas, pero todo sea por el bien del partido y de su “amado” líder. Aunque el verdadero crujir de dientes es para los otros, para los ministros que sienten una especie de ahogo o asfixia interior, y ven que estas pueden ser sus últimas vacaciones a cuerpo de ministro; que en breve les pueden dar el adiós definitivo y mandarles a otra parte, y no solo a los “pobres” de Unidas Podemos les molesta que les toquen tan confortable poltrona. A pesar de que el cargo de ministro -desde la época de Rodríguez Zapatero- ha bajado muchos enteros, a nadie le amarga un dulce ni un buen coche con chófer y escoltas. Además, los jaleos y líos siempre se los come el presidente del Gobierno, mientras sus “fieles” ministras campan a sus anchas cuando no se pasean por Nueva York, con Falcon incluido, y todo a mayor gloria de sus cuerpos serranos. Qué bonita es Manhattan, casi tanto como Badalona, en invierno y en verano, que diría Serrat.

Pero las miradas, a menos de una semana de la celebración, ya están puestas en el gran debate político -12 de julio- sobre el estado de la Nación. Núñez Feijóo estará en cuerpo presente pero no parlante, ya que no es diputado, y le cubrirá la portavoz Cuca Gamarra. A pesar de ello, el líder del PP ya ha empezado a pergeñar con su equipo las líneas fundamentales de la estrategia del partido para desbaratar las supuestas “falacias” que Pedro Sánchez intentará vender, según ellos, falseando incluso la realidad si ello es necesario. La preocupante situación económica, con una inflación del 10,2% que no cesa, es el objetivo prioritario en el discurso que desplegarán los populares. A pesar de ello, hasta la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha anunciado que “los próximos trimestres van a ser complejos”. Para que esta sea la previsión del Gobierno, tan aficionado a camuflar y mentir los datos, se advierte que serán meses difíciles de soportar y con una inflación “más persistente y alta”.

"Puede ser injusto, desde un punto de vista objetivo, pero el Gobierno de la nación tiene un grave problema: Los españoles han comprobado que con Sánchez viven peor"

Puede ser injusto, desde un punto de vista objetivo, pero el Gobierno de la nación tiene un grave problema: Los españoles han comprobado que con Sánchez viven peor. Y eso implica que a la hora de votar señalan con el pulgar hacia abajo. Cuando el bolsillo suena, y no suena a música celestial, todo empieza a temblar. Lo sabe Sánchez y lo sabe Feijóo que aprieta las tuercas para presionar a un líder del PSOE que se queja de que hay “personas muy poderosas” (lo dice quien ha nombrado a la Fiscal General del Estado siendo antes ministra suya) que van en contra de él, a lo que su rival político le ha contestado que sí, que efectivamente hay “personas muy poderosas… la mayoría de los ciudadanos, millones de españoles que están hartos de un Gobierno dividido que solo se dedica a resistir unos meses más a cualquier precio".

Ante un panorama bastante tétrico en lo económico, el líder de los populares ha añadido que el Ejecutivo solo reacciona con “más sanchismo” y más “guerra ideológica”. Se refería, dadas las circunstancias vividas este triste lunes, al pacto entre el Gobierno de Sánchez y Bildu para sacar adelante la Ley de Memoria Democrática, en la misma semana en la que se celebra el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Pero claro, los muertos para Bildu y para Sánchez son solo un complemento circunstancial de tiempo, o de engorro o de molestia histórica. ¿Para cuándo un gesto de arrepentimiento por parte de los herederos de ETA?

Que Sánchez llegue a la desfachatez de permitir que los enemigos de la vida humana y de la convivencia política sean los que dictaminen el relato de la Transición, después de que la banda asesina matara a cuantos discrepaban del proyecto totalitario de extrema izquierda nacionalista de ETA, parece algo de locos o de necios, pero este presidente del Gobierno lo ha conseguido. Ha conseguido que los de Bildu sean los encargados de reescribir la historia de España, olvidando o tergiversando la sangre de miles de víctimas. Luego se preguntará por qué se hunde el PSOE en las elecciones. Que por qué no les vota la gente de izquierdas. No lo preguntes ya más, Pedro, simplemente mírate tú en el espejo.

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