OPINION

"Demasiado viejos" para sentarse en los asientos de emergencia

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"Pero todavía jóvenes para defecarnos en los muertos de la compañía aérea"

Todos los que viajan habitualmente saben que los mejores asientos del avión, detrás de la banquetilla para ver al piloto, son los asientos situados en las salidas de emergencia, que tienen más hueco para estirar las piernas. Estos asientos fueron los primeros en añadir un sobrecoste a la plaza, en la nueva política de las aerolíneas de cobrarnos hasta por utilizar la revista "Panoramas".

El nuevo suplemento se puso en servicio, por ejemplo, en octubre en British Airways y supone que aquellos pasajeros más temerosos, o con las piernas más largas, tengan que pagar un plus de 50 libras (55 euros) por reservar asientos cercanos a la salida de emergencia.

Ligeramente temerosos, quizá algo altos para su edad, pero también "demasiado viejos" son Marion Webb, de 77 años, y su esposo Derek, de 79 años. Así los definió el aeromozo de facturación, para negarles los asientos que habían reservado por 100 libras al lado de la salida de emergencia, una pequeña parte de las 2.360 £ que pagaron por un viaje a Egipto con Thomson Airways.

La razón que la compañía esgrimió es que al ser "demasiado viejos" no tendrán la "suficiente fuerza" para abrir la puerta en caso de accidente. La pareja, residente en Bristol, afirma que se sienten ''dolidos y furiosos'' por la humillación del trato recibido.

Las reglas de las autoridades de Aviación Civil dicen que los pasajeros deben "estar en forma y ser capaces de operar las puertas de emergencia" pero no establece un límite de edad en los asientos. Sin embargo, los Webb afirman que tienen la suficiente fuerza no sólo para abrir esa puerta de emergencia, sino para abrir todas las del avión y que fueron objeto de discriminación debido a su edad, lo que les hizo pedir reclamaciones por sentirse avergonzados por el personal.

Y más después de demostrar como durante 2009 viajaron dos veces en los asientos de emergencia de la misma compañía. Al final salió la señora que manda de detrás de las cintas y les dio los asientos en su vuelo a Sharm El Sheik, asegurándoles que no volvería a ocurrir.

Fue a la vuelta cuando comprobaron que les habían hecho el lío; también habían reservado los asientos de emergencia en el vuelo de regreso, pero les aseguraron que esos asientos "ya habían sido cogidos por otra persona en Internet", por lo que les sentaron en asientos comunes. Y separados, por protestones.

La señora Web afirma que se pasó todo el viaje de vuelta pensando en las palabras de la señora-que-manda-y-que-habita-tras-las-cintas "asegurándoles que no tendría el mismo problema de nuevo".

''Thomson debe adoptar una política clara y coherente sobre la venta de asientos con extra de espacio para las piernas. Ser anciano no supone automáticamente ser frágil. La gente puede ser débil a cualquier edad. No quiero que esto nos vuelva a suceder a nosotros o a otras personas"

"¡ Y Gracias Señor por darme juventud y belleza para disfrutar de los pequeños placeres de la vida!"

Vía Mail Online

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