Los tres presuntos terroristas detenidos en Saná, la capital de Yemen, estaban ingresados en un hospital, recuperándose de las heridas que sufrieron el lunes en una operación de las fuerzas de seguridad del país en la que murieron al menos dos milicianos más.
A pesar de que lograron huir en un primer momento, las autoridades yemeníes lograron localizar y detener a Mohamed Ahmed al Hanak, presunto líder de Al Qaeda en la región, y a sus dos compañeros.
Según las autoridades, el grupo estaba tras las últimas amenazas contra los intereses de Estados Unidos y Europa, en concreto contra las embajadas de estos países en Saná, lo que propició el cierre preventivo de las sedes diplomáticas estadounidense y británica y que se extremaran las medidas de seguridad en otras como la española.
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