Boiko Borisov, un populista ex primer ministro que aspira a volver al poder

  • El populista conservador Boiko Borisov, primer ministro hasta febrero de 2013, cuando dimitió ante una ola de protestas sociales contra su política económica, se perfila como el probable vencedor en las elecciones legislativas anticipadas de este domingo, las segundas en menos de año y medio.

Sofía, 1 oct.- El populista conservador Boiko Borisov, primer ministro hasta febrero de 2013, cuando dimitió ante una ola de protestas sociales contra su política económica, se perfila como el probable vencedor en las elecciones legislativas anticipadas de este domingo, las segundas en menos de año y medio.

Su rival más cercano, de acuerdo a las encuestas de opinión, es el líder socialista Mihail Mikov, quien sin embargo parece tener pocas posibilidades de hacerse con el poder.

Según los últimos sondeos, el partido Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), de Borisov, logrará hasta el 36 % de los votos, frente al estimado 22,5 % del Partido Socialista Búlgaro (PSB).

Si bien el apoyo a Borisov, un antiguo guardaespaldas y karateca apodado "Batman", parece haber bajado un poco desde 2009, cuando conquistó el poder con el 39 % de los votos, sigue siendo el político más popular del país.

No obstante, otro sondeo reveló hace poco que casi un 60 % de los búlgaros considera que su retorno al poder sería malo para el país balcánico, el más pobre de la Unión Europea (UE).

Borisov, de 55 años de edad, abandonó el poder tras una ola de protestas que sacudió al país en enero y febrero de 2013 por el malestar ciudadano ante el bajo nivel de vida, el alto coste de la energía en pleno invierno y la corrupción política en general.

El que fuera guardaespaldas del antiguo dictador comunista Todor Zhivkov dimitió cinco meses antes del fin de la legislatura, aduciendo que no quería dirigir un gobierno que estuviera manchado de sangre, tras registrarse numerosos heridos en violentos enfrentamientos entre la policía y grupos de manifestantes.

Borisov, de carácter impulsivo e imprevisible, es acusado por sus críticos de gobernar y dirigir su partido de forma unipersonal y autoritaria, además de haber tenido lazos con el crimen organizado.

Al mismo tiempo, el líder del GERB es conocido por sus acciones populistas, como fichar como delantero en un equipo de segunda división del fútbol búlgaro.

Nacido en 1959 en un suburbio capitalino, Borisov nunca tuvo reparos en emplear un lenguaje directo y callejero, y se considera a sí mismo un hombre honesto, comunicativo y trabajador.

Antiguo bombero y policía, el líder del GERB también fue guardaespaldas de Simeón de Sajonia-Coburgo, el último rey de Bulgaria y ex primer ministro, y alcalde de Sofía entre 2005 y 2009.

Borisov, quien está divorciado y es padre de una hija, entró en la política justo de la mano de Simeón de Sajonia-Coburgo, quien en 2001 le dio un alto cargo en el ministerio del Interior.

Por su parte, el líder socialista Mihail Mikov, fue presidente del Parlamento en 2013-2014, hasta hacerse cargo del liderazgo de su partido en julio pasado.

Diputado en los últimos cuatro períodos legislativos y desde hace décadas miembro del PSB, Mikov es jurista, con estudios en Francia y Estados Unidos.

Nacido en una zona rural en 1960, el actual líder socialista es autor de varias reformas del Código Penal búlgaro y responsable de la actual legislación contra crímenes cibernéticos.

Mikov es además profesor de Derecho Penal en la Universidad de Sofía, la más antigua y prestigiosa del país balcánico, y fue ministro de Exteriores en 2008-2009.

Entonces causó polémica al decir que "Bulgaria no tiene mafia sino problemas con el crimen organizado, unos problemas que no son exclusivamente locales sino que los tienen todos en la UE".

Mikov, quien está casado y tiene dos hijos, habla inglés, francés, ruso, serbio y croata.

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