Turquía y Austria en el punto de mira de la UE por los refugiados

  • El descontento con Turquía, por no contener la salida de migrantes de sus costas, y con Austria, por querer reducir a 80 diarias las demandas de asilo, estarán sobre la mesa de los líderes europeos que se reúnen el jueves y el viernes en Bruselas.

La cumbre estará dedicada casi exclusivamente a la cuestión de las exigencias británicas para seguir en la Unión Europea, pero los líderes europeos discutirán también sobre la crisis migratoria, la peor que enfrenta Europa en décadas.

En 2015 más de un millón de solicitantes de asilo llegaron a sus costas y el ritmo de llegadas sigue siendo de entre 10.000 a 15.000 por semana, según un diplomático europeo.

El invierno no ha frenado sustancialmente las llegadas al Viejo Continente y la guerra civil en Siria, que no tiene perspectivas de acabar a corto plazo, continúa echando al éxodo a miles de personas.

La mayoría de los que llegan lo hacen a través de Grecia, adonde llegan luego de peligrosas travesías por mar desde las costas de Turquía, que desbordada por la afluencia deja a los emigrantes continuar con su periplo.

Al llegar a la cumbre, la jefa de gobierno alemana, Ángela Merkel, instó a sus colegas europeos a proteger las fronteras exteriores de la Unión Europea, un reclamo en dirección del primer ministro griego, Alexis Tsipras, justo cuando su política de brazos abiertos a los refugiados le está causando más críticas.

Grecia se encuentra bajo vigilancia de Bruselas por su gestión de las fronteras, permeables a sus ojos por lo que numerosos Estados miembros de la UE justifican la reinstauración de los controles fronterizos en el interior del espacio de libre circulación Schengen.

En su proyecto de conclusiones de la cumbre, la UE exige además a Turquía "esfuerzos suplementarios, decididos" para combatir a los traficantes que trasladan a los refugiados hasta las costas europeas.

Bruselas selló con Ankara un acuerdo para que frene la llegada de migrantes, a cambio de una ayuda de 3.000 millones de euros, pero el plan no despega.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, debía reunirse este jueves por la mañana en Bruselas con once jefes de gobierno de la UE, para evocar estos temas.

Sin embargo, el atentado de Ankara obligó a Davutoglu a anular su visita a Bruselas.

En paralelo, este jueves la Comisión Europea alzó el tono con Viena al calificar como "incompatible" con el derecho europeo e internacional su plan de de limitar a 80 las demandas diarias de asilo de los refugiados.

"Tal política sería llanamente incompatible con las obligaciones de Austria bajo la ley europea e internacional", escribió, en una carta dirigida a Viena, el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos.

El comisario -miembro del ejecutivo de la UE- citó la Convención de Ginebra y la Carta Europea de Derechos Humanos para recordar a Austria que "tiene la obligación legal de aceptar todas las demandas de asilo que se cursen en su territorio o en su frontera".

Por ello, y aunque "la Comisión comprende los desafíos que enfrenta Austria", Avramopoulos "exhorta" a Viena a "reconsiderar las medidas unilaterales" que planea.

De momento, Austria eligió ignorar la advertencia, dirigida a la ministra del Interior austríaca Johanna Mikl-Leitner, y reiteró que las cuotas entrarán en vigor el viernes, como estaba previsto.

Austria, que con 9 millones de habitantes es uno de los principales países de tránsito para los refugiados e inmigrantes, pretende limitar los pedidos de asilo a 80 por día a partir del viernes con la intención de no superar el techo de 37.500 nuevos solicitantes de asilo en 2016, tras haber recibido 90.000 en 2015.

Además, también limitará a 3.200 por día el número de migrantes que podrán transitar por el país para pedir asilo en un país vecino.

al-pa/jz

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