Artur Mas descarta renunciar a presidir Cataluña para formar gobierno separatista

  • El presidente en funciones de Cataluña, Artur Mas, manifestó este lunes su intención de lograr ser nuevamente designado en su cargo a pesar del rechazo de una parte del independentismo a investirlo, lo que podría conllevar a nuevas elecciones en esta región española.

Un día después de que la izquierda radical independentista de la CUP decidiera no investirlo, Mas se declaró "con ganas de plantar cara a los poderes de Madrid (...) y también con ganas de plantar cara a algunos de aquí (Cataluña) que ponen las cosas excesivamente difíciles".

Desde su partido CDC (liberal) también cerraron filas y descartaron proponer otro presidente como reclama la CUP: "No modificaremos nuestra voluntad de investir a Artur Mas como candidato a la presidencia del gobierno de Cataluña", dijo el número dos de la formación, Josep Rull, tras una reunión de su dirección.

Esta semana termina el plazo para formar un nuevo gobierno en esta región del noreste de España, y los independentistas no consiguen cerrar un acuerdo que evite la repetición electoral en marzo.

La coalicion Junts pel Sí, integrada por CDC y la progesista ERC, ganó las elecciones del 27 de septiembre con 62 diputados pero necesitaban al menos dos votos de la CUP (10 diputados) para investir a Mas, rechazado por esta formación por sospechas de corrupción en su partido y las políticas de austeridad de su gobierno.

Tras tres meses de negociaciones, la posición no varió y el domingo esta pequeña formación radical, euroescéptica y antieuro, descartó definitivamente a Mas y reclamó a Junts pel Sí que propongan otro candidato.

CDC ya lo descartó y ERC, cuyo líder Oriol Junqueras sería aceptado por la CUP como presidente, no se pronunciará hasta última hora de la tarde.

"La pelota continúa en manos de la CUP y sino la tendrán los ciudadanos de Cataluña", insistió Rull, sin precisar si intentarán todavía conseguir los dos votos que necesita su coalición para investir a Mas.

De hecho, la CUP está muy dividida al respecto y algunos de sus dirigentes se mostraron favorables a dar este apoyo aunque de momento el parlamento no convocó a ninguna votación.

Los independentistas disponen de tiempo hasta el 9 de enero a medianoche para formar gobierno. En caso contrario, el parlamento se disolverá el día siguiente y el lunes, Artur Mas deberá convocar nuevas elecciones, las cuartas en cinco años.

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