Ministro de Guinea Bissau defiende presencia militar internacional en su país

  • El ministro de Asuntos Exteriores de Guinea Bissau, Mamadu Djaló, abogó hoy por el despliegue de una fuerza internacional de estabilización e interposición que garantice el normal funcionamiento de la democracia en su país y evite nuevos golpes de Estado.

Lisboa, 23 abr.- El ministro de Asuntos Exteriores de Guinea Bissau, Mamadu Djaló, abogó hoy por el despliegue de una fuerza internacional de estabilización e interposición que garantice el normal funcionamiento de la democracia en su país y evite nuevos golpes de Estado.

En declaraciones a la prensa en Lisboa, Djaló, miembro del gobierno derrocado hace diez días por un levantamiento militar, destacó la condena unánime de la comunidad internacional a la asonada y volvió a reclamar a los golpistas que depongan las armas y restablezcan la normalidad constitucional.

Según Djalo, esta fuerza militar internacional deberá tener amplios poderes y una presencia prolongada en el país que "asegure la protección de las instituciones" y haga "viable" la celebración de la segunda vuelta de las presidenciales, agregó.

En este contexto, el ministro, que se presentó como representante del gobierno legítimo, instó a los militares a "desandar el camino", ya que no existe "ninguna fuerza, por más brutal que ésta sea, que pueda vencer a toda la comunidad internacional".

Además, les exigió que "repongan la legalidad" y liberen "inmediatamente" al primer ministro, Carlos Gomes Junior, y al presidente interino, Raimundo Pereira, a los que aún mantienen retenidos.

Djaló hizo pública, asimismo, una lista de seis puntos que el Gobierno guineano considera como "innegociables" tras el golpe de Estado.

Entre ellos, destaca la exigencia de "responsabilidades criminales para quienes tomaron parte de éste y otros levantamientos ocurridos en los últimos 14 años, incluyendo a los civiles que lo instigaron".

Además, no se reconocerá "ninguna de las autodenominadas entidades de transición" creadas por los militares y se advierte que se adoptarán "sanciones individuales" para todos aquellos que participaron en el golpe

Este último punto incluye a "los candidatos de los partidos políticos que lo apoyaron, los partidos que suscribieron el acuerdo con los militares y todos aquellos que integraron cualquier entidad de transición" creada por los sublevados

El golpe de Estado, el último de una larga lista desde que el país alcanzara su independencia de Portugal en 1974, tuvo lugar la noche del pasado 12 de abril, apenas dos semanas antes de que se celebrara la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Gomes Junior era el principal favorito para suceder al anterior presidente de la República, Malam Bacai Sanha, quien falleció en enero víctima de una enfermedad en un hospital de París.

Su candidatura había levantado, sin embargo, polémica en Guinea Bissau por su condición de primer ministro, e incluso cinco candidatos le acusaron de fraude electoral después de conocer los resultados de la primera vuelta, que encabezó con un 48,97 por ciento de los votos.

Poco después del golpe, tanto Naciones Unidas como la Unión Europea, la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa y diferentes organismos africanos condenaron la asonada.

Guinea Bissau es un pequeño y pobre país del África Occidental, con una población de 1,6 millones de habitantes, que presenta bajos índices de alfabetización y altas tasas de mortalidad infantil y que se ha convertido en escala frecuente de grupos narcotraficantes, según diferentes organismos de la lucha contra la droga.

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