Merkel reitera su apoyo a la ministra alemana acusada de plagio académico

Berlín, 23 ene.- La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró hoy su apoyo a su ministra de Investigación y Ciencia, Annette Schavan, que está acusada de haber plagiado su tesis doctoral, defendida hace más de treinta años en la Universidad de Düsseldorf (oeste de Alemania).

"La canciller apoya su trabajo y sigue teniendo plena confianza en ella", dijo hoy el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, un día después de la que la Universidad de Düsseldorf decidiera abrir un proceso para examinar la sospecha de plagio.

El caso de Schavan tiene como antecedente el del exministro de Defensa Karl Theodor zu Guttenberg, que tuvo que dejar su cargo por acusaciones similares que a la postre fueron comprobadas por las autoridades universitarias, lo que le costó al político bávaro su título de doctor.

Schavan se pronuncio hoy sobre la apertura del proceso en su contra, rechazó una vez más las acusaciones y expresó su esperanza de que la facultad de Filosofía de Düsseldorf recurra a informes de especialistas externos en el marco de la investigación.

Un primer informe, elaborado por el catedrático de Hebraística Steffan Rohrbacher, recomendó al consejo superior de la facultad que abriera un proceso para retirarle el título a Schavan por considerar que la tesis doctoral estaba guiada por una voluntad de engaño y contenía pasajes en los que incurría en el plagio.

Ese informe se hizo después de que en una plataforma digital, dedicada a la cacería de plagios académicos por parte de personalidades de la política y surgida en medio del escándalo Guttenberg, se formularan las primeras sospechas contra Schavan hace cerca de un año.

No obstante, otros académicos han señalado que lo que Rohrbacher considera plagios debe verse como una forma de citar que se considera hoy inadmisible pero que era frecuente en el momento en que Schavan escribió su tesis.

Curiosamente, cuando estalló el caso Guttenberg, Schavan fue la única figura del Gobierno de Merkel que se distanció claramente desde el comienzo del político bávaro y dijo que se trataba de un escándalo que debía producir vergüenza.

Los dos casos tienen diferencias notables puesto que la comunidad científica llegó pronto al consenso de que la tesis de Guttenberg había sido un plagio, mientras en el caso de Schavan hay una discusión al respecto en el ámbito universitario.