Gobierno francés considera "extremadamente graves" las acusaciones a Sarkozy

  • La portavoz del Gobierno francés, Najat Vallaud-Belkacem, consideró hoy "extremadamente graves" las "acusaciones y sospechas" contra el expresidente Nicolas Sarkozy, sacadas a la luz por escuchas judiciales reveladas por la prensa.

París, 19 mar.- La portavoz del Gobierno francés, Najat Vallaud-Belkacem, consideró hoy "extremadamente graves" las "acusaciones y sospechas" contra el expresidente Nicolas Sarkozy, sacadas a la luz por escuchas judiciales reveladas por la prensa.

"La extrema gravedad de las acusaciones y sospechas que pesan sobre el anterior presidente es tal que ahora los comentarios tienen que dejar sitio a la verdad", afirmó Vallaud-Belkacem en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La reacción de la portavoz del Gobierno se produjo después de que la web de investigación "Mediapart" sacara a la luz nuevos extractos de las conversaciones intervenidas por orden judicial a Sarkozy, cuyo teléfono estuvo pinchado.

De las mismas se desprende que el expresidente y su abogado, Thierry Herzog, habían puesto en marcha un "gabinete negro para neutralizar a los jueces que le investigan" en diferentes causas abiertas contra él, según el sitio de internet.

Además, queda claro que Sarkozy era informado de que sus teléfonos estaban pinchados, por lo que compraba otros con identidades falsas para burlar a los investigadores, hasta el punto de hablar de ello con su letrado.

Vallaud-Belkacem consideró estas conversaciones "nocivas y mortíferas para la democracia", pero consideró que el hecho de que hayan sido interceptadas por la justicia muestran que "la verdad y la transparencia son posibles"

"Hay que dejar a la justicia que trabaje con respeto a la separación de poderes, la presunción de inocencia, el derecho a la defensa y el secreto de instrucción", agregó.

Las escuchas al teléfono de Sarkozy han llevado a los magistrados a abrir una nueva causa contra él, un presunto delito de tráfico de influencias y revelación de secreto sumarial.

Al parecer, de las conversaciones pinchadas se desprende que el letrado del expresidente tenía un topo en el Tribunal Supremo, que le informaba de los avances de la investigación y que, a cambio, pedía un puesto de consejero en Mónaco.

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