El Papa afirma que la reforma litúrgica puesta en marcha tras el Concilio Vaticano II es "irreversible"

  • El Papa ha afirmado que la reforma litúrgica puesta en marcha tras el Concilio Vaticano II es "irreversible" y ha invitado a profundizar más en ella ante los participantes de un simposio sobre liturgia celebrado en el Vaticano.
EUROPA PRESS

"Después de este magisterio y largo camino, podemos afirmar que la reforma litúrgica es irreversible", ha afirmado Francisco en un discurso pronunciado en el Aula Pablo VI del Vaticano con motivo de la Semana Litúrgica Nacional que se celebra para conmemorar los 70 años del nacimiento del Centro de Acción Litúrgica.

El pontífice ha recalcado que en esa materia "todavía hay trabajo que hacer" porque es necesario "redescubrir los motivos de las decisiones tomadas respecto a la reforma litúrgica, superando lecturas infundadas y superficiales, recepciones parciales y prácticas que la desfiguran".

"No se trata de repensar la reforma revisando las decisiones, sino de conocer mejor las razones subyacentes, tanto por medio de la documentación histórica como de la interiorización de los principios que la inspiraron, y de observar la disciplina que la regula", ha agregado.

En este sentido ha subrayado la "estrecha relación" que existe entre el Concilio Vaticano II y la reforma litúrgica. Para el Papa su aplicación está todavía en proceso "porque no basta con reformar los libros litúrgicos para renovar la mentalidad". "La responsabilidad de promover y custodiar la liturgia está confiada al derecho de la Sede Apostólica y a los Obispos diocesanos", ha sentenciado.

Por ello, ha definido que aquello que define la liturgia es el modo en que se pone en práctica "mediante los santos signos, de Jesucristo por medio del sacerdote, es decir, el ofrecimiento de su vida hasta extender los brazos en la cruz, con un sacerdocio constantemente presente por medio de los ritos y oraciones, principalmente en su Cuerpo y en su Sangre, pero también en la persona del mismo sacerdote, en la proclamación de la Palabra de Dios, en la asamblea reunida en su nombre".

Así ha destacado la importancia del altar como "signo de Cristo piedra viva descartada por los hombres, pero convertida en piedra angular del edificio espiritual en el cual se ofrece al Dios vivo el culto en espíritu y verdad".

"El altar es el lugar en el que en nuestras iglesias converge la atención, se realiza la ofrenda, se unge con el crisma, se inciensa, se besa y se venera. Hacia el altar se orienta la mirada de los orantes, del sacerdote y de los fieles, convocados para la santa asamblea a su alrededor. Sobre el altar si sitúa la ofrenda de la iglesia que el Espíritu consagra sacramento del sacrificio de Cristo. Sobre el altar se ofrece el pan de la vida y el cáliz de la salvación", ha concluido.

Finalmente ha reflexionado sobre "la riqueza de la Iglesia en la oración" que en cuanto que católica, "va más allá del Rito Romano que, si bien es el más extendido, no es el único". "La armonía de las tradiciones rituales de oriente y de Occidente, por la inspiración del mismo Espíritu, da voz a la única Iglesia orante por Cristo, con Cristo y en Cristo, para gloria del Padre y para la salvación del mundo", ha señalado.

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