LOS ANIMALES DE SANGRE CALIENTE LLEGARON 20 MILLONES DE AÑOS ANTES DE LO QUE SE CREÍA

La sangre caliente en animales terrestres podría haber evolucionado más de lo que se pensaba anteriormente porque su origen pudo remontarse a entre 20 y 30 millones antes, según un estudio liderado por la Universidad de Bonn (Alemania) a partir del análisis de los huesos del ‘Ophiacodon’, un antecesor de los mamíferos ya extinto.
Las personas a las que les gusta ver lagartos a menudo tienen la mejor oportunidad de hacerlo por la mañana, que es cuando suelen estar tomando el sol porque dependen de una fuente de energía externa para alcanzar su temperatura corporal óptima, pero los ratones y otros mamíferos se calientan de otra manera al quemar calorías e incluso mantienen la temperatura del cuerpo durante una noche de invierno extremadamente fría.
Por tanto, a los mamíferos se les denomina ‘de sangre caliente’. Hasta ahora se pensaba que esto surgió en animales terrestres de cuatro patas hace unos 270 millones de años. “Sin embargo, nuestros resultados indican que la sangre caliente podría haber sido creada entre 20 y 30 millones de años antes”, asegura Martin Sander, profesor del Instituto Steinmann de Geología, Mineralología y Paleontología de la Universidad de Bonn.
Naturalmente, no es posible determinar la temperatura corporal de los animales extintos utilizando un termómetro, pero la sangre caliente deja huellas en los fósiles. “Esto se muestra en la estructura de los huesos”, apunta Sander.
Los huesos están compuestos de fibras de proteínas, colágeno y un biomaterial denominado hidroxiapatita. Cuanto más ordenada es la disposición de las fibras de colágeno, más estable es el hueso, pero crece más lentamente. Los de los mamíferos tienen una estructura especial al tener un tipo de tejido llamado fibrolamelar, lo que les hace crecer rápidamente y, aún así, permanecer estables.
DIVISIÓN ENTRE MAMÍFEROS Y REPTILES
Junto con Christen D. Shelton, ahora en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Sander examinó los huesos de húmero y fémur de un animal terrestre extinto, el ‘Ophiacodon’, que vivió hace 300 millones de años. “Incluso en el ‘Ophiacodon’, los huesos crecieron como huesos fibrolamelares”, señala Sander, antes de añadir: “Esto indica que el animal ya podría haber sido de sangre caliente”.
El ‘Ophiacodon’ medía hasta dos metros de largo y se parecía a los actuales lagartos, con lo que los reptiles y los mamíferos comparten un predecesor porque este animal estaba muy cerca del árbol genealógico en el que se separaron estas dos ramas.
Sin embargo, los lagartos, las tortugas y otros reptiles de hoy son de sangre fría. Hasta ahora, se ha asumido que ésta era la forma original de su metabolismo, es decir, que el antepasado compartido de ambos grupos de animales era de sangre fría. Por lo tanto, la sangre caliente pudo aparecer a lo largo de la evolución de los mamíferos.
Pero el ‘Ophiacodon’ surgió muy poco tiempo después de la división entre mamíferos y reptiles. "Esto plantea la cuestión de si su sangre caliente era realmente un desarrollo completamente nuevo o si incluso los primeros animales terrestres antes de la separación de ambas ramas eran de sangre caliente", sugiere Sander.

Mostrar comentarios