Vacas lecheras con microchips de identificación conectadas a Twitter

  • Unos investigadores han conectado unas vacas a Twitter a través de unos pequeños chips de identificación, para estudiar sus hábitos alimenticios.
La vaca Jerry en Twitter
La vaca Jerry en Twitter
Alvy / Microsiervos

@Jerry_J_Lo es una vaca lechera. Según su biografía en Twitter, el popular servicio de microblogging, nació en diciembre de 2002 y fue madre de un ternerito en 2006. De vez en cuando entra en su establo robótico, donde en unos cinco minutos es ordeñada por una máquina y produce entre 10 y 13 litros de leche. Hace un par de semanas batió su récord con 16 litros de una sentada. De vez en cuando un brazo robótico con una esponja la masajea y lava las ubres como parte de su cuidado diario.

Se trata de una iniciativa experimental del Critical Media Lab de la Universidad de Waterloo, que en asosiación con unos granjeros de la zona han llevado a un grupo de unas diez vacas a donde ninguna vaca había podido llegar antes: a la twitteresfera. Para ello utilizan unos chips RFID implantados en los animales, que se leen cada vez que las vacas entran y salen del establo. La información llega a un ordenador central, que calcula si es el momento adecuado de ordeñar la vaca o no según los datos de producción que tiene almacenados, y abre la puerta o la deja cerrada en consecuencia. Los brazos robóticos que son comunes ya en muchas granjas limpian entonces sus ubres y ordeñan la leche. El cálculo de la cantidad exacta obtenida llega de nuevo al ordenador, donde mediante un programa adicional creado por los investigadores se envía la información a una cuenta de Twitter, con un estilo un tanto más humano, digamos: "He entrado en el establo a las 10:30am y he salido a las 10:36am; me han ordenado y he dado 13,1 litros de leche".

Los cuidadores de los animales pueden recibir la información a través de Twitter simplemente haciéndose seguidores (followers) de las vacas, como si fueran parte de una red social… o de un rebaño social, en este caso. Pueden ver los datos vía web o recibirlos en el móvil en tiempo real, e interactuar con los animales de una forma diferente. Aparte de lo curioso que resulta que las vacas prácticamente se ordeñan a sí mismas gracias a los sistemas robóticos y los chips de control, debe ser toda una experiencia seguir la vida en la granja recibiendo mensajes casi humanos de los animales que allí habitan.

(Vía Mashable.)

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