¿Puede España ser la clave para dejar de depender del gas ruso en Europa?

La Comisión Europea ha puesto el foco en la 'vía española' para buscar alternativas con las que paliar la dependencia del gas ruso, que representa actualmente alrededor del 40% del que importa el Viejo Continente. Bruselas ha presentado una propuesta para reducir en dos tercios las importaciones de gas ruso anualmente y rebajar, de este modo, la dependencia del mercado comunitario de los combustibles fósiles rusos en 2030. Es su respuesta a la invasión de Ucrania y la amenaza para el mercado energético comunitario.

​Para alcanzar este objetivo, el Ejecutivo comunitario se ha planteado una hoja de ruta que incluye la diversificación del suministro para evitar a aquellos proveedores que puedan contribuir a la inestabilidad en el mercado como Gazprom, la coordinación entre Estados miembros para que las reservas de gas estén al 90% en octubre de cada año, acelerar la adopción de combustibles renovables para sustituir al gas y reducir el impacto de los altos precios de la energía en los consumidores, en el marco del plan bautizado como REPowerEU.