Un adolescente irascible, egocéntrico y rebelde llamado John Lennon

El fenómeno de los Beatles no acabó con su disolución en 1970. Su música siempre estará ahí, pero también sus películas. Las que protagonizaron ellos mismos. Las que se han rodado y se rodarán sobre sus vidas. Y las que ellos o sus canciones han inspirado en el pasado y seguirán haciéndolo en el futuro. La que se estrena este viernes, Nowhere Boy, pertenece a la segunda categoría. Un biopic sobre los años de juventud de John Lennon, sus problemas familiares –que fueron muchos– y el nacimiento de los Beatles.

En Nowhere Boy el debutante en el largo Sam Taylor-Wood ha cogido los años de adolescencia y parte de la infancia de John Lennon y ha desnudado al mito acercándoselo a fans y no fans en forma de película. El rostro del inspirador de los Beatles es el de Aaron Johnson, el protagonista de la irreverente Kick Ass. En esta Jonson interpreta a un chico perdido, en busca de su identidad, dividido entre la tía que lo crío (Kristin Scott Thomas) y su madre biológica, una mujer psicológicamente inestable que, según la película, lo inició en la música. Precisamente en los acordes es donde el rebelde Lennon encontró la forma de evadirse. Nowhere Boy es la historia del Lennon adolescente, egocéntrico, rebelde y con muy mal genio. También la de los primeros compases de los Beatles, cuando aún eran cinco.

Justo donde la penúltima (habrá muchas más) película sobre los Beatles lo deja –en el viaje del grupo a Hamburgo– es donde arrancaba uno de los clásicos cuando de cine 'beatle' se habla, Backbeat (1994). El protagonista era Stuard Sutcliffe (Stephen Dorf), el quinto miembro del grupo y que salió de él en Hamburgo. Los de Liverpool y sus avatares han dado material para un buen número de historias que, seguramente, seguirá aumentando con los años. De hecho, el cantante Liam Gallagher anda enfrascado en sacar adelante un proyecto para el que quiere contar con Jonnhy Depp en el papel del publicista Derek Taylor.

Otro de los grandes títulos que todo el mundo recuerda es Locos por ellos (1978). En su versión en inglés llevaba por título el de una canción del grupo I Wanna Hold Your Hand. Robert Zemeckis dirigió esta película que se centraba en el viaje de un grupo de chicas seguidoras de los Beatles. Deseosas de conocerles, idean todo tipo de artimañas para colarse en el hotel de Nueva York en el que están alojados y conocerles. De gente que intenta introducirse en un hotel para ver en persona a aquellos melenudos con barbas también iba El amor perjudica seriamente la salud, de Manuel Gómez Pereira (1996). Aunque en esta ocasión lo de colarse era solo la excusa para que los dos protagonistas reales de la historia se conociesen y se enamorasen. Lo mismo hubiese dado los Beatles que cualquier otro grupo con una legión de fans a sus espaldas.

Uno de los componentes del grupo cuya vida ha dado más que hablar, contar y rodar ha sido Lennon. Muchos han sido los cineastas que han decidido revivir su muerte a manos de un perturbado el 8 de diciembre de 1980. Aquel día, en Nueva York, un seguidor del autor de Imagine le descerrajó cinco tiros a las puertas del edificio Dakota, en el que vivía con Yoko Ono. Ahora es lugar de peregrinación para su millones de seguidores y los millones de turistas que visitan Manhattan.

La historia de la muerte de Lennon a manos de Mark David Chapman, al que el músico había firmado solo unas horas antes la portada de uno de sus discos, ha sido fuente de inspiración para varias películas. En 2006, por ejemplo, Andrew Piddington estrenó The Killing of John Lennon. Y solo un año después llegó la extraña Chapter 27 (traducida en España como El asesinato de John Lennon), que se centraba en el asesino, interpretado por Jared Leto, y su estancia en Nueva York. En el reparto figuraba la díscola Lindsay Lohan. Otra con Lennon como protagonista es el documental Imagine: John Lennon (1988). El formato 'tv movie' también se ha beneficiado del increíble potencial que tienen los Beatles, su historia y sus fans.

Los Beatles, de la comedia al 'cartoon'

Durante sus años en la cumbre, los componentes de uno de los grupos que hizo grande el fenómeno fans protagonizaron un total de cinco películas. Cada una, distinta de las otras. Entre el documental (algunas) y la afición (otras), Lennon, McCartney, Ringo y Harrison se desvelaron como unos actores de comedia con un estilo propio. Carreras en ¡Qué noche la de aquel día! (1964). Convertidos en dibujos animados de lo más ¿pop? en Yellow Submarine (1968). Protagonistas de un surrealista viaje en Magical Mistery Tour (1967). Incluso, llegaron a llevarse un Oscar a la Mejor Banda Sonora por la última que rodaron juntos, Let It Be (1970).

Surrealista era el argumento de Help! (1965). El anillo de una diosa acababa en manos de Ringo y este accidente desembocaba en una persecución que les lleva por medio mundo. Y, de por medio, unos científicos poco cuerdos que también quieren hacerse con la poderosa sortija. Ver los tráiler de aquellas películas hace que se vayan los pies, que resulte imposible no tararear alguna de las canciones y dejar escapar una sonrisa, porque algunas escenas parecen sacadas de una película de los Hermanos Marx.

Sus canciones, convertidas en un guión

En 2007 la estadounidense Julie Taymon sorprendió con Across de Universe. La película cuenta la historia de amor de un chico de Liverpool que huye a EEUU y una americana. Todo ello narrado con canciones de los Beatles interpretadas, principalmente, por los dos protagonistas: Jim Sturgess y Evan Rachel Wood. Aunque no son los únicos, ya que al ser un musical cualquiera que salga en escena canta. Lo de hablar no va con ellos. El experimento resulta curioso y, a ratos, sorprendente.

Los Beatles han inspirado y dado para mucho. Gracias a su existencia han salido cosas tan curiosas como El hijo de John Lennon (2002), una de ficción española en la que Ana Fernández tenía una aventura con el mítico músico fruto de la cual nacía un hijo. De ahí el título. Y, con los de Livepool en la memoria de todos al verla, The Wonders. Aquella escrita, dirigida y protagonizada por Tom Hanks en 1996 y que convirtió en canción del año el That Thing You Do tenía mucho en común con la historia de McCartney y compañía. También hay otras muchas películas en las que una canción o una mención les incluye en escena. Como en Yo soy Sam, en la que el personaje interpretado por Sean Penn era un seguidor incondicional de los de Liverpool.