Lorenzo Higueras, artista más joven de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, expone en Cuenca en 2018

  • Es la primera vez que muestra su obra en su ciudad natal
Lorenzo Higueras, artista más joven de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, expone en Cuenca en 2018
Lorenzo Higueras, artista más joven de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, expone en Cuenca en 2018
EUROPA PRESS
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El pintor con la boca Lorenzo Higueras, conquense de 17 años de edad y actualmente el artista más joven de la Asociación Internacional de Pintores con la Boca y con el Pie, expondrá por primera vez en Cuenca, su ciudad natal, en el año 2018.

Así lo ha anunciado en declaraciones a Europa Press el propio artista, becario de la asociación desde 2005 y cuyo acrílico inspirado en una obra del bielorruso Leonid Afrémov ha ganado el primer premio del concurso de pintura de la Fundación Virgen de la Fuensanta, un lote de libros que entregaba a la biblioteca de su instituto, el IES Alfonso VIII de Cuenca.

Lorenzo Padece artrogriposis múltiple congénita, un atrofiamiento muscular que le impide mover los brazos y, aunque afirma que a su madre siempre "le ha gustado mucho", no tiene antecedentes familiares en el campo de la pintura. "Ella pintaba las figuritas del belén, pero ir a academias o saber pintar bien, nadie de mi familia", admite Higueras, que se dedica a reinterpretar a su "manera" cuadros o láminas, pero también escenas cotidianas que fotografía.

Fue su profesora de infantil quien, cuando él tenía apenas tres años, "se dio cuenta de que pintaba bien" y se lo comunicó a sus padres, que no esperaban que Lorenzo "pintase con la boca y lo hiciera bien". Tanto, que ya ha vendido cuadros no solo en Cuenca o Guadalajara, sino también en países como Alemania.

Con apenas cuatro años y tras inscribirse en la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, ingresó en la escuela de pintura de Víctor y Damián de Dios, en Cuenca, donde aún sigue perfeccionando su técnica porque, subraya, "como en todas las cosas, hay que practicarlas y mejorarlas". Así, tras dedicar diez años a la técnica del acrílico, hace dos dio un "paso más" y empezó a practicar el óleo con cierto "miedo" a intoxicarse, "al estar muy cerca el pincel de la boca".

La asociación le concede una beca que le permite pagar sus clases de pintura, a las que acude martes y jueves y, como titular de sus derechos de autor, es también la encargada de "mover" sus cuadros, que el artista tiene que enviar a Liechtenstein, sede oficial de la organización, donde están depositados.

Cuando demuestre un "nivel suficiente" y cumpla la mayoría de edad pasará a ser miembro de pleno derecho, pero mientras tanto su objetivo está en finalizar sus estudios de segundo de Bachillerato y estudiar Derecho para, posteriormente, opositar para obtener una plaza de juez.

Lorenzo confiesa que le gustaría estudiar Bellas Artes y que si hubiese una titulación dedicada exclusivamente al estudio de la pintura, se "metía de cabeza", pero, en cualquier caso, aun cuando comience su carrera en la judicatura, tiene claro que nunca abandonará la pintura. Una disciplina que seguirá siendo "indispensable" en su vida y a la que desearía "dedicarle mucho más" porque, aunque para él supone un "ejercicio de relajación muy bueno que quita el estrés", cuatro horas semanales le "parecen pocas".

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