Los 15 miembros del Consejo se reunieron con el gabinete del presidente sursudanés, Salva Kiir, y con líderes de la sociedad civil y visitaron dos instalaciones de Naciones unidas donde decenas de miles de civiles han sido instalados tras los cerca de tres años de conflicto civil.
El arzobispo anglicano Daniel Deng ha advertido que el conflicto que surgió entre partidarios del presidente Kiir y el opositor Riek Machar no es un conflicto tribal, "como se ha hecho creer a mucha gente", ha asegurado.
"Tememos que aquí pueda pasar lo que sucedió en Ruanda", ha afirmado Deng a los representantes del Consejo.
Después de reunirse con el gabinete de Kiir, la embajadora estadounidense en la ONU, Samantha Power, ha asegurado que los ministros han preguntado si "las fuerzas de protección era necesarias dado que Riek Machar ha abandonado el país y que el Gobierno transicional está trabajando con más cuidado".
"Como Consejo debemos mandar un mensaje inequívoco, 'si' estas fuerzas son necesarias", ha asegurado a la agencia Reuters. El Consejo ha amenazado con imponer un embargo de armas al país si el Gobierno optaba por no cooperar.
Sobre el despliegue de más tropas, el ministro de Asuntos del Gabinete, Martin Elias Lomoro, ha declarado que "se está discutiendo la modalidad".
La nueva fuerza aumentará las 12.000 unidades de fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU (UNMISS) que permanecen en el terreno desde 2011. Las fuerzas de la ONU actualmente protegen a cerca de 200.000 civiles en seis ciudades del país.
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