ACS quiere cerrar esta semana la venta de Abertis para mirar sólo a Iberdrola

Florentino Pérez no quiere esperar más. En su calendario, el presidente de ACS ha señalado esta semana con tinta roja para cerrar la venta del 20% de Abertis. Con esta operación finiquitada, el empresario podrá irse tranquilamente de vacaciones, para retomar el nuevo curso con un único deber pendiente: tomar el control de Iberdrola.

Para conseguir este objetivo, deberá convencer al fondo de capital riesgo CVC de que los 2.000 millones que pide por Abertis son un precio justo. El problema es que el 20% de la concesionaria no da a CVC el control de la compañía, lo que diluye significativamente la prima que el private equity está dispuesto a pagar.

Consciente de este punto, ACS juega con una horquilla para vender entre el 15% y algo más 20% de su participación -que ronda el 26%- a un importe de entre 1.500 y 2.000 millones. Así, además, la constructora se garantiza seguir en el consejo de la concesionaria, manteniendo una participación del entorno del 5%.

El 20% de Abertis vale hoy a precio de mercado unos 1.970 millones. Sin embargo, esa valoración sería de algo menos de 1.800 millones si se tiene en cuenta el precio en bolsa de Abertis anterior a que trascendiera que CVC, La Caixa y ACS estudiaban lanzar una opa sobre la compañía. Ese día, el cinco de julio, la acción se disparó un 12%.

Aquella operación, que según la estructura inicial contemplaba una financiación de 8.000 millones de euros, suponía para CVC convertirse en punta de lanza del grupo con intereses en autopistas, aparcamientos y telecomunicaciones. Un protagonismo que ahora ha perdido, ya que pasará a ser un socio más, en igualdad de condiciones con La Caixa, y con ACS sentado en el consejo.

El secreto está en el precio

La negativa de los bancos a financiar la opa, y la pérdida de interés de La Caixa por embarcarse en la operación, ha obligado a ACS y al fondo de capital riesgo a reconducir la venta a una transacción directa, con la consiguiente exigencia de rebajar el precio por parte del comprador.

Pero Florentino Pérez siempre se ha caracterizado por ser un gran negociador y cuenta con argumentos para defender los 2.000 millones que está pidiendo.

Entre otros, que el precio objetivo de Abertis se sitúa por encima de los 16 euros por títulos, según el consenso de Facset, frente a los 13-14 euros que necesita la constructora para conseguir su objetivo. Además, algunas firmas, como Credit Suisse, elevan hasta 19 euros el valor de cada título de Abertis.

Llegar a un acuerdo económico es la batalla en la que está embarcada la constructora, con la esperanza de poder cerrar un compromiso firme esta misma semana. Esta desinversión, sumada a la venta, el pasado viernes, del negocio español de puertos por 720 millones–unos 220 millones en efectivo y otros 500 de deuda-, conferirán a Florentino Pérez un cheque de entre 2.300 y 2.700 millones.

Parte de este dinero irá a amortizar deuda, pero el mordisco más importante se dirigirá a elevar la participación en Iberdrola hasta el 20%. ACS cuenta con algo menos del 12% y adquirir otro 8%, a los actuales precios de mercado, le exigiría un desembolso de 2.400 millones de euros.

Este importe, que hasta ahora parecía imposible, está prácticamente cerrado con las ventas de Abertis y Dragados SPL. Sin embargo, la constructora prefiere ser moderada en su discurso, consciente de que el mensaje de que va a lanzarse al asalto de Iberdrola dispararía el precio de la compañía en bolsa y le encarecería la operación.

Además, con las plusvalías que obtenga de las dos ventas citadas, conseguirá cerrar el ejercicio 2010 con un millonario beneficio -el pasado ejercicio ascendió a 1.952 millones- que le ayudará a salvar la cara este año y, con tranquilidad, dedicar el próximo ejercicio a tomar el control de Iberdrola.

Pero eso es el futuro. Ahora la clave están en esta semana y en ver qué precio consigue cerrar la constructora con CVC.