¿Quiénes son los banqueros más afectados por el tijeretazo a sus sueldos?

Si una entidad está en una situación tan crítica como para precisar dinero público, ¿tiene sentido que pague a sus directivos como si fueran los mejores del sector? No, ¿verdad? Pues a la misma conclusión ha llegado la nueva reforma financiera para aplicar un estricto recorte de sueldos en las cúpulas de las entidades financieras.

Será hasta de un 65% de media lo que tendrán que rebajarse los sueldos en aquellas cajas que tuvieron que recurrir de un modo u otro al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para seguir sobreviviendo.

En la práctica, la intensidad de los recortes varía dependiendo de si la entidad ha sido intervenida o simplemente ayudada. En el primer caso afecta a NovaGalicia, Unnim y CatalunyaCaixa; y en el segundo, a Bankia, Banca Cívica, BMN y Caja España.

También en los primeros casos el ajuste es mayor, ya que se exigirá que los altos directivos no cobren más de 300.000 euros al año y tampoco perciban ningún tipo de retribución variable.

El más afectado por esta exigencia es, obviamente, el que más cobra según los últimos resultados presentados. Se trata de Adolf Todó, presidente de CatalunyaCaixa, que gana algo más de un millón y medio de euros al año. Si se le rebaja la remuneración a 300.000 euros, la nómina se le va a adelgazar en un 80%.

El ajuste también es importante para el número dos de la empresa catalana, Jaume Masana, que perderá un 65% de su sueldo.

El resto de responsables de cajas rescatadas, como se puede ver en el gráfico, verán su salario reducido en dos tercios.

Saliendo de los porcentajes y miramos sólo el dinero, el que más perderá por la medida aprobada ayer por el Consejo de Ministros será Rodrigo Rato, ex vicepresidente económico y ahora responsable de Bankia. Con unos emolumentos de 2,3 millones de euros, el anterior jefe del ahora ministro de Economía tendrá que conformarse con 600.000 euros, que es un tijeretazo del 74% a su remuneración.

Francisco Verdú, consejero delegado de la entidad, sufrirá casi el mismo golpe, ya que cobra unos 2,26 millones de euros en la actualidad.

Y todo, porque Bankia necesitó una aportación pública de 4.465 millones de euros para sanear sus cuentas y ahora el Gobierno quiere que salvaguardar de alguna forma esa aportación.

Banca Cívica, la otra gran fusión que salió a bolsa pero terminó precisando de dinero del Estado, tendrá que ajustar algo menos los sueldos de sus copresidentes, Antonio Pulido y Enrique Goñi.

Con salarios cercanos al millón de euros en estos momentos, el descenso será de un tercio de aplicarse la ley. La fusión liderada por Caja Navarra y Cajasol contó con un empujón de unos 1.000 millones por parte del FROB.

Por último, y ya que de Caja España no existen datos, Carlos Egea, de BMN, es el único presidente de una caja ayudada que no debe apretarse el cinturón. Cobra unos 450.000 euros, por los que cumple por debajo del límite de los 600.000.

A diferencia del grupo de rescatadas, los responsables de estas entidades podrían recuperar sus suculentos variables si en tres años demuestran que su gestión ha sido eficaz.