Francia promete un acuerdo potente, pero Alemania duda

  • Los máximos dirigentes de Francia y Alemania no abandonarán la cumbre de la Unión Europea de mañana hasta que no se haya alcanzado un acuerdo "potente" que frene la crisis de deuda en la eurozona, dijo París el miércoles, cuando se conocieron nuevos datos que revelaron aún más contundentemente la difícil situación por la que pasan los bancos europeos.

Francia promete un acuerdo potente, pero Alemania duda
Francia promete un acuerdo potente, pero Alemania duda
lainformacion.com/Reuters

Hoy arranca la cumbre de la Unión Europea para abordar la crisis de deuda, pero sus dos líderes, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Ángela Merkel, no se ponen de acuerdo sobre los frutos que confían en obtener.

Mientras que que París ha asegurado que no abandonarán la cumbre hasta que haya alcanzado un acuerdo "potente" que frene la crisis de deuda en la eurozona, un alto cargo alemán ha dado un mensaje deliberadamente pesimista sobre las posibilidades de un acuerdo, en un aparente intento de forzar a sus socios a aceptar las condiciones y restricciones de Berlín.

"Hoy tengo que decir que soy mucho más pesimista que la semana pasada sobre (la posibilidad de) alcanzar un acuerdo amplio (...) Muchos protagonistas no han entendido lo grave que es la situación", ha señalado el alto cargo, en una intervención ante la prensa en la que habló a condición de no ser identificado.

"Mi pesimismo se deriva del cuadro general que veo a estas alturas, en el que las instituciones y los estados miembros tendrán que avanzar en muchos puntos para que sean posibles las nuevas normas del tratado que pretendemos", ha añadido.

Nicolas Sarkozy y Angela Merkel presentarán el viernes en la reunión del Consejo Europeo en Bruselas un plan que pretende imponer multas automáticas a los estados del euro que superen los objetivos de déficit presupuestario, con el propósito de recuperar la confianza de los mercados y evitar que la crisis de deuda europea se salga fuera de control.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, que se encuentra de gira por Europa para animar a la adopción de medidas claras, ya ha mostrado su confianza en que el plan francoalemán para modificar los tratados comunitarios conseguirá una disciplina fiscal más rígida.

"Tengo gran confianza en lo que están haciendo el presidente de Francia y el ministro, trabajando con Alemania para construir una Europa más fuerte", ha declarado Geithner a la prensa tras reunirse con el ministro francés de Finanzas, François Baroin.

"Ni Nicolas Sarkozy ni Angela Merkel dejarán la mesa de negociaciones de esta cumbre hasta que no haya un acuerdo potente", manifestó por su parte Baroin en Canal+.

La banca agoniza

Unas cifras dadas a conocer el miércoles mostraron la urgencia de la ayuda que necesitan algunos bancos europeos. Los italianos pidieron prestado 153.200 millones de euros en liquidez de emergencia del BCE en noviembre, frente a los 111.300 millones a finales de octubre, según los datos del Banco de Italia, un fuerte salto en la dependencia del banco central, que casi se ha cuadruplicado desde junio, cuando los prestamistas italianos pidieron 41.300 millones.

Los bancos de la eurozona tomaron más de 50.000 millones en la primera operación de financiación en dólares del BCE desde el acuerdo alcanzado la semana pasada entre los principales bancos centrales del mundo para reducir su coste, cinco veces más que lo que había pronosticado un sondeo de Reuters entre agentes del mercado monetario.

Alemania tiene previsto reactivar su fondo de rescate bancario en la reunión de su gobierno la semana que viene, según un alto cargo del mismo.

Además, el consejo de gobierno del BCE celebra una reunión crucial el jueves en la que la mayoría de los economistas esperan que reduzca los tipos de interés en un cuarto de punto al 1%, introduzca subastas de liquidez a mayor plazo para los bancos y amplíe las garantías que estos pueden utilizar para tomar prestado.

El presidente del BCE, Mario Draghi, que se vio con Geithner en Fráncfort el martes, ha dicho que un "plan fiscal compacto" de la eurozona animaría a la institución a actuar con más contundencia.

Amenaza de S&P

La agencia de calificación Standard & Poor's elevó la sensación de crisis esta semana al advertir que podría reducir la nota de 17 países de la UE y de su fondo de rescate FEEF, una decisión que lo debilitaría profundamente.

Un sondeo de urgencia de Reuters entre 13 economistas halló que 11 de ellos esperan que Francia pierda su preciada calificación, la triple A, en tres meses, lo que podría ser un fuerte golpe para la campaña de reelección de Sarkozy de cara a los comicios del año que viene.

Pero el creciente optimismo en los mercados de que la eurozona logrará una serie de medidas que impulsarán la confianza animó las bolsas y al euro. Además, los costes de financiación de Italia siguieron cayendo.

Días antes de la cumbre, se perfilaban varias ideas como soluciones para reforzar la capacidad de la eurozona. Responsables comunitarios dijeron que los líderes europeos podrían aumentar la capacidad combinada de préstamo del fondo temporal, el FEEF, y de su sucesor, el permanente Mecanismo Europeo de Estabilidad, que Francia y Alemania quieren que se aprueben un año antes de lo previsto, en 2012.

Pero un responsable alemán dijo que no cree que los dos fondos funcionen simultáneamente, y volvió a mostrarse contrario a la emisión de bonos conjuntos para la eurozona como solución a largo plazo.

Encuentro con Rajoy

Geithner se reunía después con Sarkozy y luego iba a volar a Marsella para un encuentro con el próximo presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que ha dicho que apoyaría un nuevo tratado. Sin embargo, algunos países como Reino Unido, Holanda e Irlanda se muestran reticentes a cambiarlo ya sea por temor a euroescépticos en sus países o por el temor a perder un referéndum de ratificación.

El secretario del Tesoro, cuyo cuarto desplazamiento a Europa en el mismo número de meses revela la preocupación en Washington por el alcance de los daños de la crisis de la deuda sobre la economía mundial y estadounidense, dijo estar animado por las maniobras para reforzar el control de los déficit presupuestarios.

Van Rompuy ha propuesto dar al mecanismo de rescate más grande y permanente de la zona euro el estatus de un banco, lo que le permitiría acceder a financiación del BCE, pero Alemania se ha opuesto firmemente a la medida, diciendo que violaría la prohibición a que el BCE financie a los gobiernos europeos.

Sarkozy y Merkel quieren que los cambios al tratado sean acordados en marzo y ratificados antes de finales de 2012, tras las elecciones legislativas y presidenciales de Francia en junio.

Si algunos países bloquean los cambios al tratado, los 17 integrantes de la zona euro podrían proceder con un acuerdo propio. Van Rompuy ha dicho que el control más estricto que quieren París y Berlín podría lograrse solo con cambios menores en el Tratado de la UE, lo que no obligaría a un proceso de ratificación completo en muchos países.

/Por Jean-Baptiste Vey y Annika Breidthardt/Reuters

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