Luis de Guindos, el ministro de Economía y Competitividad del Gobierno de España, que ha sido acomodado en una mesa de debate sobre el futuro de la Eurozona que ni siquiera aparece en el cuerpo central del programa, será el único representante español en el Foro Económico Mundial de Davos, una de las principales citas del poder económico global, que se inicia esta tarde en la localidad suiza que le da nombre.
De Guindos compartirá mesa, entre otros, con su homólogo italiano, Vittorio Grilli; el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle; y el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
España, la duodécima economía global por volumen de PIB, tendrá la misma representación en el foro que países como Chipre, Grecia, Costa Rica, Chile, Hungría o Kenia; menos que Irlanda, que tendrá tres representantes; y será de largo el país menos representado en el Foro entre sus pares europeos (los grandes países de la UE): Italia tendrá ocho representantes, Francia, 10; Alemania, 13; y el Reino Unido, nada menos que 39.
El primer ministro italiano, Mario Monti, marcará el tono para los líderes políticos y empresariales que se reunirán en Davos esta semana en el marco del Foro Económico Mundial, con un discurso titulado 'Liderando en contra de las probabilidades'.
La reunión congregará a más de 1.500 líderes empresariales y hasta a 50 jefes de Estado o de Gobierno, muchos de ellos -como Monti- agobiados por una crisis casi perpetua mientras luchan por sacar a sus economías y a sus compañías de una crisis financiera global y algunos escándalos propios.
"Está muy claro que el futuro de la economía mundial está basado en restaurar la confianza. Restaurar la confianza en los líderes, restaurar la confianza en nuestro futuro. Y esto significa que tenemos que salir de esta modalidad de crisis", ha señalado el fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab.
Aún hay un camino por recorrer, según un sondeo publicado el lunes por la empresa global de relaciones públicas Edelman.
"Existe una increíble falta de confianza en el liderazgo", comentó el jefe de la compañía, Richard Edelman. "Los niveles de confianza en los gobiernos son peores que los de las empresas, pero ambos son terribles", agregó.
El sondeo anual de Edelman en 26 países mostró un aumento en la confianza en las empresas y en los gobiernos frente al 2012, pero sólo un 26 por ciento de los encuestados confía en que los líderes empresariales resolverán temas sociales, mientras que un 15 por ciento cree eso sobre los líderes gubernamentales.
Edelman afirmó que la confianza en figuras públicas se ha visto erosionada por una serie de escándalos en la industria bancaria, así como otro tipo de controversias desde la admisión del ciclista Lance Armstrong de que incurrió en dopaje hasta la purga del político chino Bo Xilai en un caso de asesinato o los escándalos por abusos sexuales en la BBC.
Aunque Europa logró mantener intacta la zona euro en 2012 y Washington evitó a último minuto el abismo fiscal, un sondeo del Foro Económico Mundial de este mes mostró que los líderes empresariales y académicos temen que los políticos estén fallando a la hora de lidiar con los problemas fundamentales.
Nueva realidad
El informe de riesgo anual del Foro Económico Mundial citó la desigualdad y la deuda gubernamental como las mayores amenazas económicas y también destacó un aumento en la preocupación sobre el clima extremo.
La crisis de rehenes en Argelia, la campaña francesa contra islamistas en Mali y las consecuencias de la Primavera Árabe también serán temas calientes, dado que muchos líderes de África y Oriente Próximo asistirán a Davos, así como también varios ejecutivos de empresas de petróleo y gas.
"Enfrentamos ahora una nueva realidad de impactos repentinos y malestar económico prolongado", sostuvo Schwab. "El crecimiento futuro en este contexto requiere de dinamismo, una visión audaz y acciones aún más audaces", agregó.
El presidente del banco UBS, Axel Weber, y el consejero delegado del banco JP Morgan Chase & Co, Jamie Dimon, figuran entre los máximos representantes del sector financiero. Un sondeo de Edelman muestra que éste es aún el sector en que la gente desconfía más, con sólo un 50% de credibilidad a nivel global.
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