En apenas un año, Ana Patricia Botín ha visto desaparecer a dos posibles rivales en la carrera para suceder a su padre, Emilio Botín, al frente de la mayor entidad financiera española.
Primero fue la marcha de Antonio Horta-Osorio a Lloyd's y ayer la dimisión que presentó, Francisco Luzón, número tres de la entidad y uno de los hombres de máxima confianza de Botín.
Tanto Horta-Osorio como Luzón habían estado siempre en las quinielas de los posibles sucesores. De hecho hay quien ve en la marcha de este último una renuncia ante la evidencia de que no sería el elegido.
"En su decisión habrán jugado distintos factores, pero el tema de la sucesión siempre ha estado ahí", señala una fuente del sector. Desde el banco, se apunta que esta salida responde a un cambio generacional, ya que es el número dos de Luzón, Jesús Zabalza, quien le toma el testigo.
"El consejo de Santander es un órgano de hombres fuertes, con su propio criterio, y no todos están dispuestos a dar las riendas del banco a Ana Patricia si no es la mejor. Como todos, tendrá que ganarse el puesto", señala otra fuente del sector, quien asegura que Luzón era uno de los huesos duros de roer.
Camino de la sucesión
En esa carrera hacia lo más alto del banco, la hija de Botín cuenta con un padrino de excepción, Alfredo Sáenz, consejero delegado del banco y mano derecha de Don Emilio, que le ha confiado la tutela de su hija para llegar a lo más alto del sector financiero español.
Ya lo hizo en Banesto, con gran éxito, y también tenía confiada esa labor en Reino Unido, donde la hija pródiga aterrizó en noviembre del año pasado, tras la marcha de Horta-Osorio.
Ana Patricia llegó a las Islas con el reto de sacar a bolsa la filial británica y, así, consolidarse como un peso pesado dentro del sector financiero internacional. El bautizo definitivo para tomar el relevo al padre.
Pero la condena de Alfredo Sáenz por el 'caso Banesto' ha impedido al directivo sentarse junto a Ana Patricia en el consejo de administración de Santander UK. Además, la tormenta financiera y la batería de cambios regulatorios que se avecina han obligado al banco a posponer los planes de salir a bolsa.
Dos jarros de agua fría que, sin embargo, caen sobre una mesa de juego en la que cada vez quedan menos rivales.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios