La banca extranjera tiene pillados 200.000 millones en el ladrillo español

  • Ha hecho menos ruido que los bancos y cajas de ahorros españoles, pero el riesgo asumido por la banca extranjera con los promotores y constructores españoles también es de órdago. Concretamente, 190.000 millones de euros, el 43,5% del total.
E.Utrera

No hay cifras concretas por entidad, ni explicaciones sobre activos dudosos, pero el strip tease inmobiliario de los bancos y cajas de ahorros españoles ha sacado a relucir, casi sin querer, las miserias inmobiliarias de las entidades financieras extranjeras.

El último dato del Banco de España sobre créditos totales concedidos a promotores y constructores es de 439.000 millones de euros. Si a esa cifra se le restan los 248.000 declarados por las entidades españolas, el resultado es que las extranjeras se han comido la inmensa mayoría de los otros 190.000 millones que faltan.

Por tanto, la pillada de los bancos extranjeros que hicieron su agosto en España hasta el pinchazo del boom inmobiliario en 2007 es enorme, hasta el punto de que representa el 43,5% del riesgo total en España.

Como la cifra es global y no hay información detallada de cada entidad, no es posible saber qué parte de esos préstamos están enfermos, es decir, cuántos de esos 190.000 son lo que en España conocemos como créditos dudosos o subestándar; y cuántos, sencillamente, préstamos sanos en manos de constructores y promotores.

No obstante, la cifra no debe andar muy lejana del algo más del 50% que los activos problemáticos –entre los que se incluyen los pisos, edificios y suelos que la banca ha canjeado por deuda- del sector financiero suponen del riesgo total de los bancos y cajas españoles.

Del cielo al infierno

El proceso de reestructuración del sector inmobiliario español –el ladrillo llegó a suponer un 18% del producto interior bruto (PIB) antes de que pinchara la burbuja- deparó pingües beneficios a los bancos que lo financiaron durante el boom.

Adquisiciones como la compra de Riofisa por Colonial, la de Urbis por Reyal, la de Metrovacesa por la familia Sanahuja o la de Fadesa por Martinsa–entre las más grandes- requirieron financiaciones multimillonarias que la crisis se llevó por delante.

La mayoría de las entidades extranjeras más importantes del mundo vieron como los jugosos beneficios conseguidos en estas operaciones se convertían en un problema de difícil digestión casi de undía para otro.

Todos los grandes

Siguiendo la tradición anglosajona, algunas entidades como Barclays, Royal Bank of Scotland (RBS) o HSBC –financió la compra de Metrovacesa por Sanahuja  y vendió al promotor catalán su sede de Londres por 1.321 millones de euros- asumieron todas sus pérdidas cargándolas contra la cuenta de resultados.

En Colonial, que se encontró con una pesada losa de deuda valorada en 6.500 millones de euros, Calyon, EuroHypo, Goldman Sachs y RBS cargaron con el peso de un préstamo sindicado que acabó por convertirse en una trampa.

En Reyal Urbis, otra de las inmobiliarias más tocadas por la crisis, Barclays y RBS han tenido que pelear muy duro junto a los bancos y cajas españoles para sacar adelante la compañía.

Otra gran entidad como la alemana Deutsche Bank se vio afectada por la suspensión de pagos de Habitatla segunda más grande en el sector tras Martinsa Fadesa-, una compañía a la que también financiaron Barclays o Rabobank.

Citi, por su parte, es junto a Santander la entidad que capitaneó el crédito de 5.750 millones de euros solicitado por la constructora y promotora Sacyr-Vallehermoso para adquirir el 20% de Repsol.

No obstante, estos casos son sólo la punta del iceberg de una pillada histórica que los bancos extranjeros siguen digiriendo y sufriendo al lado de las entidades españolas.

Un atracón de riesgo que no puede pasar desapercibido, aunque sólo los bancos nacionales hayan puesto negro sobre blanco su sobredosis del riesgo en ladrillo.

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