Italia esconde sus miserias detrás de España: ¿por qué no les rescatan a ellos?

    • El país transalpino tiene la deuda más elevada de las potencias de la eurozona y solo de aquí a final de año debe devolver 125.000 millones.
    • Estas cifras suponen que en apenas tres meses Italia tendrá que pagar a los inversores lo mismo que España en los próximos quince meses.
Ana P. Alarcos

España acapara toda la atención del mercado, incluso más que otros países europeos con graves problemas de salud. Un ejemplo claro es Italia, que está en un segundo plano cuando tiene motivos para estar en la línea de fuego.

¿La prueba? Su deuda pública es la más elevada de las potencias de la eurozona, debe devolver mucho dinero a sus inversores en los próximos meses y su Tesoro es el que va más retrasado en el calendario de emisiones del año.

El primer dato destacable es cuánto representa la deuda sobre la economía. Según los cálculos del Gobierno transalpino, la deuda pública cerrará este año en el 120,3% del PIB, para reducirse en 2013 hasta el 117,9%. En el caso español, en cambio, se espera que termine 2012 cerca del 85% y en 2013, alrededor del 90%.

La segunda cifra que demuestra que Italia no está mejor que España es todo el dinero que debe devolver el Tesoro transalpino a sus inversores en el corto plazo, es decir, de aquí a final de año, el margen que está descontando el mercado para que un país y otro solicite ayuda a Europa.

Solo en los próximos tres meses, a Italia le vencen 125.278 millones de euros, frente a los 43.185 millones que encara España. Unas diferencias que se mantienen con el paso del tiempo. Hasta septiembre de 2013 los vencimientos transalpinos suman 352.345 millones y, hasta diciembre de 2013, 437.730 millones.

En esos mismos quince meses, España debe devolver algo menos de 150.000 millones (unos 105.000 en 2013 y 43.185 en lo que queda de ejercicio). Es decir, casi tres veces menos.

Suma y sigue, porque el organismo emisor transalpino es el más retrasado de las grandes potencias de la eurozona en lo que se refiere al calendario de emisiones de este año.

Tal y como recoge el banco estadounidense JP Morgan, "a cierre de septiembre, Italia había colocado el 73% del objetivo del año, menos que España (75%), Francia o Alemania (80%)". En este sentido, el país de Mario Monti sale peor parado que España, incluso cuando esta última se ha visto perjudicada por la necesidad de pedir más dinero del previsto (por ejemplo, para financiar el fondo de las autonomías).

Ahora bien. Todas estas cifras no han conseguido distraer la atención de los inversores, que siguen colocando a España en el centro de la diana europea. Con el agravante de que el primer país que pida ayuda será el gran perjudicado, mientras que el otro, el que consiga esquivar este paso, se verá beneficiado de la caída de la prima de riesgo.

Al menos, eso es lo que dice la lógica del mercado, ya que del mismo modo que cuando un Estado va mal el efecto contagio salpica a los demás, cuando otro logre la intervención del BCE, el impacto positivo también llegará a sus vecinos.

"Italia va a tener muchos problemas en lo que queda de año y durante todo 2013. Las cifras están ahí. Pero seguramente retrasará su decisión de pedir ayuda y esperará a que sea el Gobierno de Rajoy quien de el paso", cree Javier Casal, subdirector de la mesa de deuda pública de Ahorro Corporación.

Somos el cortafuegos

Pero, si tiene tantos problemas, ¿por qué España tiene más papeletas para estrenar la asistencia europea? Los expertos aseguran que hay varios motivos que avalan este escenario: los italianos se están vendiendo mejor de cara al exterior, se financian a unos tipos de interés más bajos y su escenario económico es menos negativo que el español.

"Si hay algo claro es que nosotros somos el cortafuegos de Italia. Desde un punto de vista mediático, el equipo de Mario Monti ha gestionado mejor la crisis. La prueba más clara es que el nombre de España está en boca de todos y no precisamente por ser un buen ejemplo de cómo se solucionan los problemas", explica Pablo García, director general de Carax Alpha-Value.

La consecuencia de todo esto se refleja en el mercado de deuda, donde Italia saca ventaja a España. Ayer, el riesgo país hispano cerró la jornada en 436 puntos básicos, mientras que el italiano terminó en 363 enteros. Además, el bono hispano ronda el 5,84% y su homólogo transalpino, el 5,1%. En cambio, cuando llegó Monti al Gobierno, el escenario era radicalmente opuesto.

Además, los expertos también resaltan que la radiografía macro del país transalpino es menos negativa que la hispana. Según Eurostat, el paro en Italia cerró agosto en el 10,7%, por debajo de la media de la eurozona (11,4%) y de España (que lideró el ranking con un 25,1%).

Junto a este récord, el FMI prevé que el PIB español se contraiga un 1,5% en 2012 y otro 1,3% en 2013, casi el doble de lo que caerá la economía transalpina en ese ejercicio (0,7%).

Cuestión de tamaño

Pero el verdadero motivo de que todos los focos se centren en España a la hora de hablar de una petición de ayuda, en vez de hacerlo en Italia, se explica, en gran parte, en este argumento: el país transalpino es demasiado grande para caer. Todavía más que España.

Aunque no se trate de un rescate como los de Grecia, Irlanda o Portugal, sino de solicitar al BCE que intervenga en el mercado secundario comprando bonos, esta ayuda requiere solicitar primero que se active el fondo de rescate europeo (MEDE) y firmar un memorando (es decir, unas condiciones). En función de las necesidades que se determinen para el país de turno, se activa un dinero que debe estar disponible.

En el caso español se ha especulado con hasta 300.000 millones, cuando la capacidad del MEDE es de 500.000 millones. Y, ¿a cuánto ascendería el escudo para Italia? Ahí está el quid de la cuestión, porque, aunque no se habla de una cifra concreta, los expertos no dudan de que la ayuda a Italia sería superior a la española.

Sobre todo, cuando se recuerda que el Constitucional alemán ha dado el visto bueno al mecanismo de ayuda con una condición: que cualquier nueva aportación se someta al examen de las autoridades germanas. Un problema que desaparece si el primero en activar el botón de pánico es España, porque a Europa le sale más barato ayudarle a él que a Italia.

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