Seis cifras que explican cómo ha vivido el Tesoro Público el año 2012

    • El organismo ha cerrado hoy la última subasta de este ejercicio. A pesar de las convulsiones de los mercados, el balance ha sido positivo.
    • Ha colocado más deuda que en 2011, ha pagado menos intereses, tiene un colchón para el próximo ejercicio y ha contado con el BCE y la banca española como aliados.
Los inversores vuelven a inyectar su dinero en activos españoles.
Los inversores vuelven a inyectar su dinero en activos españoles.
Ana P. Alarcos

El Tesoro Público ha celebrado la última emisión de deuda del año y lo ha hecho con éxito: ha logrado superar previsiones y rebajar los costes de financiación.

Tras cumplir estos objetivos, ya se puede decir que 2012 ha sido un buen ejercicio para el organismo dependiente del Ministerio de Economía. Resumimos los seis datos más importantes que así lo demuestran:

1. Ha captado más que en 2011 y ha adelantado deberes

España ha colocado 189.023 millones de euros, una cifra donde se incluye lo captado hoy en la subasta de letras a tres y seis meses.

Esto significa que ha conseguido en los mercados 10.031 millones más de lo que logró en 2011 (entonces, consiguió 178.992 millones) y con un modesto colchón para el ejercicio que viene.

Y es que, al margen de lo que logre colocar hoy, España ya cuenta con 11.200 millones en la hucha de 2013, un dinero extra que ha ido recaudando poco a poco, desde que a principios de noviembre logró superar las necesidades de financiación de este año.

2. Se ha ahorrado un 5% de intereses

Otro de los datos que explican cómo ha sido este año para el Tesoro es que el tipo de interés medio al que ha colocado toda la deuda (incluyendo letras, bonos y obligaciones) ha sido del 3,653%.

Dicha cifra es un 5,48% más baja que la desembolsada un año antes, cuando la rentabilidad fue del 3,9%. Suma y sigue, porque es la tercera media más baja de la última década, solo mejorada por los ejercicios 2009 (2,83%) y 2010 (3,09%). Este descenso viene de la mano del tipo de deuda que ha colocado este año.

3. El 70% de las subastas han sido a corto plazo

El abaramiento de las colocaciones tiene truco y es que España se está centrando en emitir los plazos más cortos de la deuda española.

A lo largo del ejercicio, el Tesoro ha realizado 45 subastas de deuda, 46 si se tiene en cuenta la que celebra hoy. No obstante, en cada una de ellas ha colocado diferentes tipos de deuda. Tanto es así que ha cerrado 100 emisiones diferentes.

En concreto, ha realizado 48 subastas de deuda a corto plazo: 12 de letras a 3 meses, otras 12 de letras 6 meses, otras 12 de letras a año, y otras 12 de letras a año y medio. Es decir, una por cada mes del año. Por otro lado, ha colocado hasta en 23 ocasiones deuda a tres años (dos veces cada mes excepto en agosto, cuando solo hizo una emisión de este tipo).

Además, ha emitido 18 veces deuda a 5 años; 9 veces deuda a 10 años y solo 2 veces deuda a 30 años, el plazo más largo que existe de deuda española. Dicho de otro modo, el 71% de la deuda que ha colocado ha sido a un plazo máximo de tres años.

¿Y esto a qué se ha debido? A dos motivos. El primero de ellos es que cuanto más bajo es el plazo de la deuda que coloca, menos intereses debe pagar a los inversores para que éstos la compren. Y, el segundo, es que dicha deuda encaja con las dos grandes estrategias anunciadas por el Banco Central Europeo (BCE).

4. Más volumen de deuda y con una vida más corta

La suma de los dos puntos anteriores deja esta consecuencia: el volumen de la deuda española en circulación supera a la que había hace un año.

Y es que, hasta octubre (el último dato oficial del que dispone el Tesoro), la deuda del Estado en circulación rondaba los 622.375 millones de euros, frente a los 592.100 millones en los que cerró el ejercicio pasado. Esto supone un alza de casi 30.300 millones de euros o, lo que es lo mismo, del 4,87% en apenas diez meses.

Por otro lado, la consecuencia de que España haya centrado las subastas de deuda en los plazos más cortos ha impactado en la vida media del conjunto de la deuda española.

Los últimos datos del organismo apuntan que la vida media actual es de 6,16 años, el nivel más bajo de la última década. De hecho, habría que remontarse al ejercicio 2003 para encontrar una cifra más baja: entonces, se situaba en 6,07 años.

5. El BCE y la banca, sus mejores aliados

La máxima autoridad monetaria en la eurozona ha sido, junto con la banca, el mejor aliado del Tesoro Público.

Y es que España se ha aprovechado de las dos grandes decisiones que ha tomado a lo largo del ejercicio: las dos megasubastas de liquidez celebradas en diciembre del año pasado y en febrero (las famosas LTRO), y el plan de compra de deuda que anunció en septiembre.

Estas dos maniobras puestas en marcha por el organismo que dirige el italiano Mario Draghi han sido claves en este año. ¿Los motivos? El BCE prestó más de un billón de euros a cientos de entidades financieras de la eurozona y lo hizo a un tipo de interés del 1% y a un plazo de tres años.

Gracias a estas condiciones, la banca vio en la compra de deuda un filón. A ella le dejaban el dinero al 1% y luego lo invertía en letras o bonos (cualquier papel que venciera antes de marzo de 2015) a una rentabilidad del 3%, 4%, 5%... Llevándose así un interés al bolsillo. Una operación que llevó a la banca española a apostar claramente por la deuda hispana.

Además, tras el anuncio del plan de compra de deuda (por el que el BCE se compromete a ayudar a países con problemas comprando su deuda hasta tres años en el mercado), los inversores han tenido mucho apetito por el papel español, ya que tienen la seguridad de que, si el escenario se complica, la autoridad monetaria comprará este tipo de títulos.

Estas dos circunstancias explican por qué tanto el guardián del euro como el sector financiero se han convertido en grandes aliados del Tesoro. Tanto es así que la banca nacional ha más que duplicado sus inversiones en deuda española.

Si en diciembre de 2011 las entidades tenían casi 94.400 millones, a cierre de octubre la cifra rozaba los 197.200 millones. Es decir, su participación ha aumentado en 102.800 millones. Su apuesta ha logrado compensar la huida de los inversores extranjeros, que han reducido su exposición en unos 71.800 millones, hasta los 210.000.

6. El próximo año se presenta cargado de vencimientos

El ejercicio, como es habitual en el calendario anual del Tesoro Público, arrancará con una dura factura heredada del pasado. Y es que habrá cuatro momentos complicados en el año, que coincidirán con el primer mes de cada trimestre. En ellos vencen los bonos y las obligaciones; es decir, la deuda a medio y largo plazo.

En enero, por ejemplo, el Tesoro debe afrontar vencimientos por valor de 14.286 millones, mientras que en abril debe devolver otros 14.940 millones; en julio, 14.950 millones; y en octubre, otros 16.186 millones.

Si se suman estas cifras, se descubre que los vencimientos de deuda a medio y largo plazo rondan los 60.362 millones de euros. Un dinero al que se deben sumar los pagos de la deuda a corto plazo.

De esta manera, debe devolver a sus prestamistas un total de 160.000 millones; o, lo que es lo mismo, el dinero que debe devolver el Tesoro vía vencimientos representa un 12% del PIB.

En principio, y si el Tesoro cumple con el calendario que se ha propuesto, no debería tener problemas para afrontar sus multimillonarios compromisos financieros. Y es que, según se reflejó en los Presupuestos Generales del Estado para 2013, España quiere conseguir 207.000 millones en los mercados. Casi 20.000 millones más que en este año.

En las cuentas del Estado del próximo ejercicio también se reveló otra cifra escalofriante: en 2013, el Estado deberá pagar 40.000 millones solo en intereses de la deuda.

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