Todas las claves para entender el futuro de la banca

  • Todas las opciones están abiertas, incluida la creación de un gran banco público capitaneado por Bankia. Pero ahí no acabará la presencia del Estado en el sector financiero, sino que ésta puede ser muy superior, ante la creciente posibilidad de que muchas entidades pidan dinero público y éste se conceda vía entrada del Gobierno en el capital. ¿Cómo hemos llegado a este punto? Aquí te explicamos todas las claves para responder a esta pregunta y entender los escenarios que se abren.

Ruth Ugalde

El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, ha abierto la caja de los truenos al asegurar que todas las opciones están abiertas, incluida la creación de un gran banco público capitaneado por Bankia.

Pero ahí no acabará la presencia del Estado en el sector financiero, sino que ésta puede ser muy superior, ante la creciente posibilidad de que muchas entidades pidan dinero público y éste se conceda vía entrada del Gobierno en el capital.

¿Cómo hemos llegado a este punto? Aquí te explicamos todas las claves para responder a esta pregunta y entender los escenarios que se abren.

1-. Bankia: La fusión de Caja Madrid, Bancaja, Laietana, Rioja, Insular de Canarias, Ávila y Segovia ya es, oficialmente, un banco público. Así lo ha reconocido el propio Luis de Guindos, que ha dicho que el Estado no sólo controlará a la matriz, BFA, sino también a la filial, Bankia. Suma y sigue, porque a los 4.465 millones de dinero público ya inyectados se sumarán cerca de 10.000 millones más para sanearla. La consecuencia directa de la nacionalización será que las siete cajas mencionadas desaparecerán como entidades de crédito, se reconvertirán en meras fundaciones, los 111 consejeros que suman se quedarán sin sillones y su obra social está en el aire.

2-. Catalunya Caixa, NCG Banco y Banco de Valencia: pueden ser las próximas en convertirse en bancos públicos. Por el momento, se encuentran intervenidas. Las dos primeras, porque fueron incapaces de devolver los 2.970 y 3.630 millones que pidieron, respectivamente; mientras que la tercera pereció tras descubrirse un agujero de 1.000 millones de euros. Inicialmente, el objetivo del Estado era subastarlas y venderlas a otros bancos, como ya se hizo con las también intervenidas CAM, CCM, CajaSur y Unnim. El problema es que las nuevas normativas, y la dura digestión de estas entidades, han hecho que ahora mismo no haya dinero en el sistema para adquirir Catalunya Caixa, NCG (Novagalicia) y Valencia.

3-. Provisiones: En los seis meses que lleva Guindos como ministro de Economía se han aprobado dos Reales Decretos dirigidos a destapar todo el agujero que esconden los bancos y a taparlo. Es lo que se conoce como provisiones y, en total, van a obligar a todo el sistema financiero español destinar 84.000 millones de euros a esta labor. Una escalofriante cifra cuya cara positiva es que casi la mitad de todos los suelos, promociones y casas que se ha quedado la banca estará cubierta. Pero también hay otra negativa, y es que la mayoría de las entidades no tiene capacidad de llevar a cabo estos saneamientos sin incurrir en números rojos y perdiendo los niveles de solvencia que exigen España y Bruselas. ¿Moraleja? Tendrán que pedir dinero público.

4-. Nacionalización parcial de la banca: A la espera de que el próximo 11 de junio todas las entidades presenten sus planes de saneamiento, diferentes estudios dan por hecho que la inmensa mayoría deberá pedir ayuda al Estado. Santander, BBVA, CaixaBank y BBK figuran como gloriosas excepciones; mientras que entidades como Unicaja e Ibercaja están en el disparadero porque, a pesar de su solvencia, las fusiones que tienen en marcha con Caja España y Caja3, respectivamente, pueden dificultar su cumplimiento y abocarlas a pedir ayudas públicas.

En este escenario, el Estado podrá inyectar dinero a las entidades por dos vías: los denominados cocos, que al final funcionan como un crédito, por el cual el Gobierno da la ayuda que necesita la entidad a cambio de cobrar un interés que rondará el 10%; o entrando directamente en el capital. El problema es que las experiencias de Bankia, Catalunya, Unnim, Novagalicia y un largo etcétera demuestran que las entidades no pueden siquiera devolver los intereses y al final se ven abocadas a la nacionalización.

Consciente de ello, el objetivo del Ministerio de Economía es dar esta nueva ronda de ayudas públicas combinando cocos y acciones, lo que conllevará la nacionalización parcial de la mayoría del sistema y la entrada del Estado, vía FROB, en los consejos de administración de muchos bancos.

5-. Fondo de Garantía de Depósitos: Uno de los motivos de que el Estado se haya replanteado las subastas de Catalunya Caixa, NCG y Banco de Valencia es que el maná con el que se han financiado las anteriores subastas ha sido el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y ahora está vacío. Para volver a llenarlo, el Gobierno lleva meses negociando con la banca que adelante las aportaciones de los próximos diez años, ya que este colchón se alimenta con dinero de las propias entidades, que destinan hasta el 0,03% de su beneficio a ello. El problema es que, debido a las provisiones que exige Guindos, muchas entrarán en pérdidas y no tendrán de dónde sacar esa derrama. Y sin FGD, no puede haber subastas de entidades nacionalizadas.

En el pasado, el Gobierno se planteó volver a llenar este fondo con algún tipo de préstamo público, fundamentalmente a través del FROB, pero Bruselas ha vetado esta opción.

6-. Fusiones en entredicho: Otra consecuencia de los nuevos planes de saneamiento, sobre todo del segundo, que exige al sector provisionar el 30% de sus créditos inmobiliarios sanos, es que muchas de las operaciones que ya estaban en marcha pueden caer en saco roto, porque ahora los números no cuadran. En esta tesitura se encuentran tanto la fusión de Unicaja con España-Duero, como la de Ibercaja con Caja3.

Pero todavía hay más, ya que también está por ver cómo queda ahora la segunda ronda de matrimonios que se estaba negociando, con alianzas como la que se negociaba a cuatro bandas entre las citadas Unicaja e Ibercaja con Liberbank (que ya se hizo en el pasado con CCM) y BMN.

Además, las nuevas provisiones del segundo Real Decreto Guindos han echado por tierra los números con los que se habían sellado los matrimonios de Popular con Pastor, Sabadell con CAM y Caixabank con Cívica, entre otros, y dificultan mucho la participación de estas entidades en nuevos matrimonios. Sobre todo de las dos primeras, ya que son muchos quienes dan por hecho que necesitarán ahora ayudas públicas.

7-. Auditorías y morosidad: Todo este escenario puede complicarse todavía más si las valoraciones que ha encargado el Gobierno a las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger concluyen que los activos inmobiliarios de la banca valen todavía menos de lo hasta ahora estimado, porque entonces deberá provisionarse todavía más de los 84.000 millones citados.

Pero, aunque este examen se apruebe, todavía faltará el exigido por el Banco Central Europeo y que llevarán a cabo las grandes auditoras. Con éste, lo que se persigue es estimar si el horizonte de aumento de la morosidad al que se enfrenta España, sin apenas crecimiento económico, podrá llevarse todavía por delante a más parte del sector financiero. En el supuesto de que se concluya que sí, harán falta nuevos ajustes.

8-. ¿Y quién va a pagar todos estos agujeros? Fundamentalmente el Estado, que es quien realmente lleva sosteniendo al sector en los últimos tres años, cuando se concedió por primera vez ayuda del FROB (la que ha llevado ahora a Bankia a ser nacionalizada). Estas inyecciones han hecho que un 20% del sector sea ya público (Bankia, Catalunya, NCG y Banco de Valencia). La duda es cuánto más terminará siéndolo.

El otro interrogante es si España tiene dinero para rescatar a tantos bancos, de ahí que se esté hablando ya de que Europa inyecte una parte vía Fondo de Rescate.

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