El Banco de España culpa a la reforma laboral de afianzar el empleo por horas

El BdE alerta de que el empleo temporal involuntario no mejora y puede ser una lacra
El BdE alerta de que el empleo temporal involuntario no mejora y puede ser una lacra
L.I.

El Banco de España ha sido tradicionalmente condescendiente, cuando no directamente favorable, a la reforma laboral abordada por el Gobierno en 2012. Su último informe, sin embargo, ha venido a poner el foco en lo que interpreta como una de sus consecuencia negativas: la consolidación del hábito de la contratación por horas en el mercado de trabajo español.

En opinión del Servicio de Estudios del Banco de España, de no haber mediado la acción gubernamental, que introdujo la posibilidad de realizar horas extra dentro de contratos a tiempo parcial e introdujo márgenes de flexibilidad muy apetitosos para las empresas, una buena parte de los contratos por horas que aún hoy se continúan firmando en nuestro país hubieran sido contratos a tiempo completo.

"Uno esperaría que en un momento de recuperación se incrementaran inicialmente las horas trabajadas por cada individuo y posteriormente el empleo, cosa que no ha sucedido", asegura el informe. "No se observa una vuelta a los niveles previos a la crisis (en la contratación a tiempo parcial), lo que podrían indicar que parte del aumento del volumen de trabajo a tiempo parcial se habría convertido en permanente".

El comentario no es gratuito. En opinión de la entidad, la contratación por horas, que ha pasado de suponer el 11% al 15% durante la crisis, esconde frustraciones y subempleo. Dos de cada tres contratados bajo este régimen desearían estar trabajando a tiempo completo y lo peor de todo es que los más insatisfechos con un situación son estadísticamente los que menos posibilidades tienen de revertirla.

El informe demuestra que las personas que están voluntariamente a tiempo parcial, bien por motivos personales, bien porque se estén formando, tienen más probabilidades de encontrar un empleo a tiempo completo que ese porcentaje superior al 60% que está a disgusto con su situación.Problema estructural

El Banco de España señala que el aumento del empleo parcial involuntario -es decir, el de quienes desearían trabajar más horas- durante los años de la crisis no está retrocediendo con la recuperación, por lo que podría convertirse en un elemento "estructural" de la economía.

En un artículo que forma parte del "Informe trimestral de la economía española", el Banco de España explica que el empleo a tiempo parcial subió del 11,7 % del total a finales de 2006 al 15,3 % a finales de 2016, un periodo en el que se duplicó el porcentaje de quienes querrían trabajar a tiempo completo -pasó del 30 % al 60 %-.

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Este aumento del empleo parcial involuntario se explica por la menor demanda de trabajo en las empresas con la llegada de la crisis y el deseo de quienes ya trabajaban a tiempo parcial de dedicar más horas.

Sin embargo, con la recuperación "no se observa una vuelta a los niveles previos a la crisis", lo que "podría indicar que parte del aumento del volumen de trabajo a tiempo parcial se habría convertido en permanente en el mercado laboral español".

En esta tendencia podrían haber influido los cambios normativos, en particular la reforma laboral de 2012, que flexibilizó los contratos a tiempo parcial y permitió la realización de horas extras.Empleo a jornada completa 

El Banco de España también constata que la probabilidad de que un trabajador a tiempo parcial involuntario consiga un empleo a jornada completa era del 17,5 % en 2016, por debajo de los empleados parciales por otros motivos, al contrario de lo que sucedía antes de la crisis.

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Además, esta probabilidad no ha aumentado en los últimos años, "lo que vuelve a incidir en la posibilidad de un cambio más permanente en la demanda de trabajo a tiempo parcial".

El Banco de España considera también que la tradicional medición del paro registrado -personas que desean trabajar, están disponibles para hacerlo y buscan empleo de forma activa- podría ser "demasiado estricta" en tiempos de crisis.

Así, analiza el impacto en las cifras de paro al incorporar personas que no buscan empleo porque creen que no lo van a encontrar o por cualquier otro motivo, así como aquellos que buscan empleo pero no están disponibles de manera inmediata, aunque esto "no cambia de forma significativa la visión sobre la posición cíclica de la economía".

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