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Ninguna generación ha contado con una universidad para padres. ¿Por qué la nuestra sí la necesita?
Porque es más compleja. Nuestra sociedad ofrece muchas oportunidades a quien entiende el entorno, pero es muy feroz cuando ocurre lo contrario. La sociedad pasada disponía de otros apoyos: se valoraba más el deber, el esfuerzo...
¿Y por qué se cambió entonces el modelo educativo anterior?
Porque también era más autoritaria y no respetaba derechos. Ahora hemos querido juntar las dos cosas, autoridad y derechos, y todo se ha complicado. Antes la familia estaba sometida a menos tensiones. Era más estable. Los padres siempre desean lo mejor para sus hijos, pero hoy se sienten abrumados. Por eso la Universidad de Padres ha tenido tanto éxito. Pretende facilitarles las cosas.
SEXO A LOS TRECE AÑOS, PERO SIN ALCOHOL HASTA LOS 18
¿Son más complicados los niños que antes?
Lo que ha pasado es que hemos provocado tensiones educativas en los niños. Parecía que debíamos favorecerles en todo, y luego hemos visto que eso termina perjudicándoles. Nuestra cultura tampoco es clemente con los niños.
¿En qué sentido?
Les estamos sometiendo a muchas tensiones. Según la OMS, un 12 por ciento de los niños y adolescentes tienen problemas psiquiátricos graves. Hasta legislación sobre la infancia es caótica. Se permite que una niña de trece años pueda mantener relaciones sexuales con un adulto, pero se le prohíbe tomar una cerveza. Estamos hechos un lÍo con la infancia. Por eso el lema de la universidad proviene de un refrán africano: "para educar a un niño hace falta la tribu entera".
Pues a mí la tribu me da miedo para educar a mis hijos, sobre todo la que sólo ve programas del corazón.
Claro, lo que yo añado a ese lema es que, además, hace falta que sea una buena tribu. Los padres sólo tenéis control de una porción educativa. El resto corresponde al entorno: la escuela, sus amigos, los medios de comunicación, la política... Si queréis mejorar la educación de vuestros hijos, debéis actuar sobre ese entorno. Todo influye para enseñarles a dirigir su propio comportamiento, mantener el esfuerzo y centrar la atención.
"LOS NIÑOS TIENEN UN CEREBRO PREHISTÓRICO"
¿Por qué afirma en sus libros que hay que obedecer para ser libres? Parece una contradicción.
Por una cuestión biológica, el niño nace con un cerebro prehistórico. Durante el periodo educativo lo convertimos en un cerebro moderno. En doce o trece años el niño asimila lo que la humanidad ha tardado miles de siglos en aprender. Los niños son unos genios. Siendo padre tú, espero que te hayas pasmado del prodigio de ver un niño aprendiendo...
Sí, y me asombra cómo hablan tan pronto el español, con la cantidad de tiempos verbales tan complicados.
Lo primero lo que aprenden los niños es el lenguaje. Y sí: es sorprendente que aprendan a aplicar la forma normal de una conjugación. Por ejemplo, cuando un niño se equivoca y dice "cupió", te demuestra que ha deducido la forma de conjugar en pasado el verbo "caber". A lo mejor no ha oído nunca esa palabra, pero ya es capaz de abstraer normas generales y aplicarlas a un caso concreto. ¡Con dos o tres añitos! ¡Es prodigioso!
Lo es, desde luego, y no sólo por el lenguaje...
En esta etapa aprenden también la capacidad de regular emociones, de tomar decisiones para metas lejanas y de vivir en comunidades amplias. Aprenden a manejar su sistema nervioso gracias a las órdenes constantes que está recibiendo desde que es pequeñito.
De ahí la importancia de la obediencia...
Efectivamente. Cuando llega a los cuatro años, sucede otra cosa maravillosa: el niño se da órdenes a sí mismo. Empieza a ser independiente y a regir su propia conducta. Así pasamos toda la vida. El trabajo que hay que hacer con los niños impulsivos consiste precisamente en eso: enseñarles la técnica de darse órdenes interiormente.
"LOS PADRES DEBEN DAR RESPONSABILIDADES A SUS HIJOS, AUNQUE AL PRINCIPIO LAS CUMPLAN MAL"
Usted dice que hay que dar más responsabilidad a los adolescentes. Sorprendente. Muchos padres hacen lo contrario.
También lo hemos aprendido de los neurólogos. La sede neuronal de la inteligencia ejecutiva tarda mucho más en madurar. Cuando encomendamos responsabilidades al adolescente también desarrollamos su cerebro y le facilitamos la maduración. Si hacemos lo contrario estamos induciendo el fenómeno que queremos evitar: que siga siendo un irresponsable.
O sea, que si el habla se aprende hablando, con la responsabilidad ocurre otro tanto.
Fíjate que a los tres años todos los niños de todos los tiempos han dicho lo mismo: "¡mamá, mira lo que hago!". ¿Que te está diciendo? Que quiere progresar y que quiere que se lo reconozcamos. Por eso quieren soltarse de la mano. Y por eso es tan importante que los padres les deis responsabilidades, aunque al principio las cumplan mal. Poco a poco se harán cargo de las cosas.
¿Cree en el poder educativo de las nuevas tecnologías?
Han venido, se van a quedar, son fantásticas... pero un burro conectado a internet sigue siendo un burro. También está claro una persona inteligente conectada a internet amplía sus posibilidades, pero educación debe ser personal. Hay que formar a las personas para aprovechar esos medios, que son estupendos, pero que no pueden sustituir a la memoria personal. La tecnologÍa es muy ambigua, sirve para el bien y para el mal.
La memoria ha sido una función de la inteligencia poco cuidada últimamente en los colegios.
Las modas pedagógicas han sido desastrosas. Hay cosas que hay que recordarlas siempre.
Dos libros sobre internet recomendados por el profesor Marina:
Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? (Nicholas Carr)
Contra el rebaño digital (Jaron Lanier)
Reflexiones ante la crisis:
José Antonio Marina: "Sin recortes el problema de la Educación se puede solucionar en cinco años"
Amando de Miguel: "Esto no es una crisis, sino un cambio de era"
Fernando Savater: "Con miseria no puede haber democracia"
Leopoldo Abadía: "Banqueros y políticos han usado las cajas como cortijos"
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