Los yihadistas buscaban una masacre contra “los cruzados” de Al Andalus

El juez envía a prisión al yihadista de Alcanar y al que alquiló la furgoneta
El juez envía a prisión al yihadista de Alcanar y al que alquiló la furgoneta

Los terroristas de la célula yihadista de los atentados de Barcelona y Cambrils planeaban “una acción terrorista de gran envergadura” que se vio truncada por la explosión de su base operativa, la casa de Alcanar (Tarragona), donde la preparaban. El suceso les obligó a cambiar de estrategia e improvisar el atropello masivo de la Rambla, que acabó con la vida de 13 personas, y el del Paseo Marítimo de Cambrils en el que murió una más. El objetivo eran “los cruzados, los odiosos, los pecadores, los injustos, los corruptores” de “Al Ándalus”, según un escrito encontrado entre los escombros del inmueble en un cuaderno perteneciente al presunto cerebro del grupo, el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty, fallecido en la deflagración.

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De los presuntos autores de esos hechos dos han sido encarcelados (prisión incondicional) por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Se trata del único superviviente del estallido, Mohamed Houili Chemlal (Melilla, 21 años), y de Driss Oukabir, el que alquiló la furgoneta que arrolló a cientos de personas en Barcelona. El instructor ha puesto en libertad a Mohamed Aalla, el dueño del Audi A3 con el que los terroristas irrumpieron en Cambrils, al considerar que el coche, en realidad, pertenecía a su hermano Youseff, muerto a tiros por los mossos tras el atentado. A Salh Karib, el dueño del locutorio desde el que se compraron billetes a varios de los terroristas le ha prorrogado la detención para comprobar si su coartada es cierta.

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El auto relata cómo entre los restos de la casa de Alcanar se encontraron, además de una ingente cantidad de bombonas de butano, productos como acetona, agua oxigenada, bicarbonato, clavos para usar como metralla y pulsadores para iniciar la explosión. El objetivo era fabricar peróxido de acetona (conocido como ‘la madre de Satán’, en medios islamistas), el mismo explosivo utilizado en el atentado del Stade de France, en París, y en el aeropuerto y el metro de Bruselas.

La resolución judical dibuja al imán Es Satty como el auténtico líder del grupo. Entre los cascotes de Alcanar apareció una cartera suya con su documentación, así como billetes de avión con destino a Bruselas. También un libro verde con su nombre en el que se adivina una nota de reivindicación de sus acciones. En su interior apareció un escrito en árabe que dice textualmente: “En el nombre de Alá, el misericordioso, el compasivo. Breve carta de los Soldados del Estado Islámico en la tierra de Al Ándalus para los cruzados, los odiosos, los pecadores, los injustos los corruptores”.Frecuentaban otro inmueble

Pero, además de Alcanar, los terroristas frecuentaban otro inmueble en el que habrían tratado de hacer desaparecer su documentación. Se trata de una masía abandonada en Riudecanyes (Tarragona). En su exterior, los ‘mossos’ encontraron entre los restos de una pequeña hoguera el pasaporte y el carné de conducir de Mohamed Hichamy, abatido por la policía catalana en Cambrils, y el pasaporte de Younes Abouyaaqoub, el presunto autor del atropellamiento masivo, al que también acribillado por los agentes el lunes. “Se pudo determinar la titularidad de los mismos puesto que en ellos se podían leer parcialmente los nombres y todos conservaban las fotografías de los titulares”, escribe el juez.

En esa hoguera también aparecieron nuevas pruebas del atentado frustrado con explosivos. Como el tique de compra de 500 litros de acetona adquiridos el 1 y el 2 de agosto. O el de 15 fundas de almohada y bridas “para, muy probablemente, contener los artefactos explosivos en su interior y listos para ser utilizados”, dice el auto. Esos efectos aparecieron entre los cascotes de Alcanar, así que los terroristas contaban con todo el material necesario para confeccionar las bombas. Fue durante su manipulación, cuando se produjo el estallido que acabó con la vida del imán Es Satty y dejó malherido a Houili Chemlal, ahora enviado a prisión.Cambio de planes

Ese accidente fue el que truncó el plan de los terroristas y les obligó a improvisar. Fue entonces cuando decidieron arrollar a la masa en la Rambla y acuchillar a turistas en Cambrils. Los cuchillos y el hacha con los que llevaron a cabo este último ataque los compraron la misma noche del segundo atentado, solo cuatro horas después de que su compañero de célula hubiera matado a 14 personas en pleno corazón de Barcelona.

Dris Oukabir ha ingresado esta misma noche en la prisión de Soto del Real (Madrid), mientras que Houili Chemlal ha recalado en la de Alcalá-Meco. A ambos se les imputan los delitos integración en organización terrorista, asesinatos y lesiones terroristas. A Chemlal se le achacan, además, los de depósito de explosivos y estragos.

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