La agenda secreta de Soraya Sáenz de Santamaría en Cataluña

Soraya Sáenz de Santamaría va a pasar en este inicio de legislatura media semana en el AVE que une Madrid y Barcelona. Es una de las piedras angulares de la estrategia que va a desplegar el Gobierno en Cataluña para poder acercarse a la Generalitat y evitar un choque de trenes. Una especie de agenda oculta, ya que muchos de sus actos no son públicos.

La decisión, que ha sido tomada por Rajoy, ha sido puesta en marcha este mes de noviembre. Fue el pasado día 17 cuando Santamaría viajó por primera vez a Barcelona y se vio en un reservado con Carles Puigdemont durante un acto organizado por Fomento del Trabajo y en el que también estaba el rey don Felipe. Allí comenzó a cocinarse una reunión entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat. Cuatro días más tarde, el 21, la vicepresidenta asistió a la toma de posesión de Enric Milló como nuevo delegado del Gobierno en Cataluña.

Este miércoles, Sáenz de Santamaría viaja a Barcelona en su tercer viaje en tres semanas. En esta ocasión, según confirman desde su equipo, la número dos de Rajoy estrenará su despacho en la delegación del Gobierno manteniendo reuniones privadas con diferentes actores de la sociedad catalana. El encuentro no se recoge en la agenda oficial del Ejecutivo.

La vicepresidenta recibirá en 'audiencia' a políticos, empresarios y miembros de la sociedad civil catalana. Ha organizado, por ejemplo, sendos encuentros con Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en el Parlament, y con Miquel Iceta, primer secretario del PSC.

El objetivo del Gobierno es implementar la presencia del Gobierno en Cataluña, con presencia activa de sus miembros. Incluso, Moncloa se está planteando celebrar un consejo de ministros en Barcelona, una propuesta que lanzó Xavier García Albiol a Rajoy y que el presidente no ha descartado.

El nuevo delegado del Gobierno ya está poniendo las bases para mantener una relación fluida entre ambos ejecutivos. Milló se reunió la pasada semana con el president de la Generalitat en lo que fue una primera toma de contacto con entre ambos. Era una primera toma de contacto, a modo de presentación, pero en Moncloa hablan de satisfacción tras este primer encuentro.

El Gobierno quiere que Milló, con buenas relaciones con la Generalitat, sea el enlace de Moncloa y que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría acuda puntualmente a su despacho permanente en Barcelona para consolidar las negociaciones.

Lo que no está dispuesto a negociar el Gobierno central, en ningún caso, es el referéndum. El resto de exigencias de la Generalitat pueden entrar en discusión.

La vicepresidenta también está volcaba en la celebración de la Conferencia de Presidentes en enero en el Senado. Puigdemont se niega, de momento, a acudir, pero Moncloa trabaja para que este encuentro también cuente con la presencia del jefe del Ejecutivo catalán. Creen que aún hay tiempo para convencerle.