La guerra del pan, la última conspiración inventada por el gobierno Maduro

  • El gobierno atribuye a las panaderías un complot para inducir la escasez del producto, mientras que los panaderos aseguran que la falta de harina de trigo impide cubrir la demanda.

    El presidente venezolano, Nicolás Maduro y su vicepresidente, Tareck El Aissami, han anunciado expropiaciones y detenciones.

La guerra del pan, la última conspiración inventada por el gobierno de Nicolás Maduro
La guerra del pan, la última conspiración inventada por el gobierno de Nicolás Maduro

“Panadería que incumpla, panadería ocupada”, esta es la nueva amenaza que ha lanzado el gobierno de Nicolás Maduro a las empresas que venden pan en el país. Con el objetivo de poner fin a la escasez de este producto, el gobierno ha aprobado una nueva y polémica medida, a la desesperada, que no hace más que confirmar la situación de emergencia en el país.

El gobierno venezolano ha vuelto a buscar culpables fuera de su gestión. En esta ocasión, la culpa de la crisis la tienen las panaderías venezolanas que están creando “la guerra del pan” porque, en opinión del ejecutivo, están creando las escasez intencionadamente.

El vicepresidente, Tareck el Aissami, anunció en el programa Los domingos con Maduro la nueva normativa: "todos los días habrá una inspección y la panadería que incumpla esto va a ser ocupada temporalmente por el Gobierno y se la vamos a transferir a los CLAP" (Comités Locales de Abastecimiento y Producción).

Además, indicó que la nueva instrucción para atacar la "guerra del pan" contará con una milicia, encargada de acatar la orden del régimen venezolano. Se trata de la Superintendencia de Precios Justos (Sundde) que se encargará de inspeccionar a las panaderías y vigilar que "se cumpla con la fabricación del pan".

Entre otras cosas, el vicepresidente insistió en que el 90 por ciento de la materia prima deberá destinarse "a la elaboración del pan en sus diversas presentaciones y el 10 por ciento a cachitos, dulces o cualquier otro derivado del trigo".

Asimismo, indicó que en cada jornada laboral deberá quedar pan elaborado para el día siguiente y que la venta del mismo "no podrá ser condicionada ni mucho menos emplear mecanismos ilícitos como el cobro de comisiones por punto de venta".

Las panaderías además no deberán "tener más de 300 sacos de harina por mes en su inventario" y tampoco se permitirá el "préstamo" de la materia prima entre las panaderías, insistió.

El pasado 12 de febrero Maduro anunció que su Gobierno implementaría un plan para ganar "la guerra del pan" e indicó que con su estrategia busca "acabar con las colas" en todo el país, por la que culpó al gremio panadero al que tildó de "hipócrita, perverso y malvado".Los panaderos: "Sin harina no podemos producir pan"

La insólita medida no ha gustado al gremio panadero que, en un comunicado, ha aclarado que “no encabezan 'la guerra del pan', ni son responsables de las colas en las panaderías. Es más, han recordado que son responsables del 40 por ciento de la distribución de alimentos del país.

Además, generan 300.000 empleos directos y 1,7 millones de indirectos por lo que cualquier acción en su contra, no sólo afectará la producción de pan, sino al consumidor, a las empresas abastecedoras, y la seguridad laboral del importante número de trabajadores que representa el sector panadero.

El gremio de panaderos asegura que la falta de harina de trigo impide cubrir la demanda. Es por ello que siguen creciendo largas filas a las puertas de las panaderías en las principales ciudades del país.

Es un síntoma más de la aguda escasez de alimentos y medicinas que azota a los venezolanos desde 2014, que combinado con una inflación que el FMI proyecta en 1.660 por ciento para este año, hacen el día a día muy complicados para quienes deciden o no pueden huir del país.Tres millones de personas buscan comida en la basura  

Venezuela, que cuenta con una de las mayores reservas de petróleo del mundo y que en otra época fue la niña bonita de América del Sur, atraviesa una de sus peores crisis. Lo dice la población, los organismos internacionales y ahora la Asamblea General, en manos de la oposición, que indicó que existen tres millones de venezolano buscando comida en la basura, mientras que un 80 por ciento pasa hambre.

En lo que va de año 27 niños han muerto de hambre. Un panorama desolador que el gobierno de Nicolás Maduro prefiere no ver. Mira hacia otro lado e inventa falsas guerras donde la población, otra vez, paga la sin razón del ejecutivo.

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