Nueve minutos después de leer este artículo un nuevo nombre engrosará la espeluznante estadística del número de asesinatos cometidos en Venezuela. En una hora serán tres nuevas víctimas mortales y al finalizar el día alcanzará la cifra de 68 homicidios.
Venezuela es el segundo país del mundo con mayor tasa de muertes violentas, sólo superado por Honduras, según el último informe de la ONG Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV). Pero supera a países como Jamaica, Colombia, México e Irak.
La ONG habla de una media de 82 muertos cada 100.000 habitantes. Sin embargo, el Gobierno venezolano rebaja la media a 39 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Basándonos en los datos aportados por la ONG, en el país caribeño durante 2014 murieron de manera violenta 24.980 personas.Impunidad
Alarmantes cifras que han crecido exponencialmente desde la instauración del chavismo. Antes de la llegada de Chávez al poder la tasa de homicidios alcanzaba la cifra de 4.550 homicidios, 18 cada 100.000 habitantes. Es decir, desde la instauración del chavismo, en 1999, en el país la tasa de homicidios se ha multiplicado más de un 400%.
El volúmen de homicidios es equiparable al porcentaje de impunidad. En Venezuela existe un índice de impunidad del 90%, es decir, por cada 100 homicidios tan sólo 9 sospechosos son detenidos.
Esta alto porcentaje de impunidad ha ido en consonancia con el aumento también del ensañamiento y una inusitada violencia,que hacían del lugar del crimen un reguero de sangre y cuerpos desmembrados. En palabras del que era ministro del Interior de Justicia, Miguel Rodríguez Torres, las bandas criminales están tendiendo a una 'colombianización' de sus ejecuciones.
Un caso que sirve de paradigma de esta escalofriante tendencia es el de Nelsis Sinays Sevilla, de 22 años. En julio de 2013 fueron hallados los brazos y extremidades de la mujer en el caudal del río Guaire, en Caracas, y dos días después se encontró la cabeza.Escasa voluntad política
A la impunidad se le une la escasa voluntad política para erradicar esta lacra. Desde que Chávez accedió al poder el asunto de la violencia no ha ocupado un lugar relevante en la agenda política del Gobierno.
El presupuesto nacional de 2014 dedicó menos de un 1% a proyectos de seguridad ciudadana, diez menos de lo destinado a Defensa, según datos de la ONG, Transparencia Venezuela.
De los 94,2 millardos de bolívares que el Gobierno de Maduro destinó al Ministerio del Interior y Justicia, tan sólo el 0,5% estuvo dirigido a proyectos para luchar contra la inseguridad.
Esta desidia trató de ocultarse con una preocupación mayor después del asesinato de la actriz y ex reina de belleza Mónica Spears y su esposo a comienzos del mes de enero de 2014, y el del diputado Robert Serra en octubre.
Ambos asesinatos provocaron una enorme conmoción en el país y desató una oleada de protestas en todo el país ante la dejadez del Gobierno y la impunidad de la justicia.
La mediatización de estos casos puso el problema de la violencia sobre el foco y por primera vez en 14 años de chavismo el presidente Maduro calificaba el problema de la inseguridad un problema de "emergencia nacional".
Sin embargo, hasta entonces el discurso oficialista justificaba el alto número de asesinatos con argumentos peregrinos y sorprendentes. El presidente Chávez llegó a afirmar que la violencia del país era producto de la injusticia social y el capitalismo.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios