La hoja de ruta de Pedro Sánchez comienza con la 'operación mártir'

  • Fuentes socialistas hablan de que Sánchez es ahora percibido como víctima de una conspiración de los barones críticos liderados por Susana Díaz y Felipe González.

    "Si a Sánchez le quedan ganas volverá a ser secretario general", afirman. Una parte importante de la militancia está con él y con el "no es no" al PP.

Pedro Sánchez admite que no podrá gobernar en solitario y apuesta por un Ejecutivo "transversal"
Pedro Sánchez admite que no podrá gobernar en solitario y apuesta por un Ejecutivo "transversal"
EUROPA PRESS

"Operación mártir". Así han bautizado algunos en el PSOE el más que probable intento de Pedro Sánchez de presentarse de nuevo a las futuras primarias para dirigir el partido. El exsecretario general no ha descartado que vaya a intentarlo de nuevo y en su entorno (y también en algún sector de los barones críticos) se da por seguro de que volverá.

El nombre de "operación mártir" viene a describir cómo es percibido en este momento Sánchez en el socialismo. Un buen número de dirigentes y militantes ven a Sánchez como una víctima de un grupo de barones que, alineados con Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otros ex, y algunos medios de comunicación, han acabado con su mandato.

Se considera que a Sánchez no le han dejado actuar con independencia y que, al igual que le eligieron frente a Eduardo Madina, no han dudado en organizar una rebelión para acabar con su liderazgo.

Hay también quien piensa que Sánchez ha sabido jugar muy bien sus cartas en las últimas horas. La rueda de prensa que pronunció este sábado es una buena muestra de ello: habló de su orgullo por pertenecer al PSOE y dijo que sería fiel a la gestora que ahora preside Javier Fernández.

La realidad es que Sánchez ha dimitido como secretario general del PSOE con una estrategia marcada de la que no se ha salido en ningún momento: votar 'no' a Rajoy e intentar conformar un Gobierno alternativo con las llamadas fuerzas del cambio. La única solución posible era negociar con los independentistas, pero Sánchez puede defender que no se ha sentado con ellos.

Esa postura de decir "no es no" al PP es bien recibida por las bases del PSOE, más inclinadas hacia la izquierda que sus votantes. En cambio, en el socialismo se tiene claro que los barones críticos son partidarios de abstenerse y dejar gobernar a Rajoy. Otro punto, por tanto, a favor de Sánchez.

El exsecretario general, con su dimisión, tampoco ha tenido que cumplir una posible resolución del Comité Federal para abstenerse ante el PP para rearmarse en la oposición. Ni va a tener que enfrentarse a unas posibles terceras elecciones, donde el PSOE sufriría un batacazo aún más fuerte que el 20D y el 26J.

En definitiva, en el PSOE hay sectores que ven que Sánchez sale reforzado de la batalla del sábado y con una parte importante de la militancia en el bolsillo frente a unos barones que han conspirado en la sombra para echarle. Odón Elorza, diputado por Guipúzcoa, es uno de ellos. Ya ha dejado escrito que Sánchez gana después de lo del sábado.

De esta manera, cuando Sánchez dé el paso para presentarse a las futuras primarias ("si a Sánchez le quedan ganas volverá a ser secretario general", afirman fuentes socialistas), pondrá en un serio aprieto a su o sus contrincantes. No tiene pinta, por tanto, que el futuro Congreso socialista sea una victoria de Susana Díaz por aclamación.

Mostrar comentarios