Pedro Sánchez es un cadáver político y los barones del PSOE no dejarán que resucite

  • A Pedro Sánchez le pasa lo mismo que al protagonista de la película “El sexto sentido”, que está muerto pero él no lo sabe.

    Todos los barones y baronesas socialistas repiten la misma canción: No es que no pueda volver a ser secretario general, pero Pedro Sánchez ya ha tenido su oportunidad...

Laos hackers atacan la nueva web de Pedro Sánchez para recoger apoyos
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POR JOSÉ LUIS ROIG / @JOSELUISROIG
POR JOSÉ LUIS ROIG / @JOSELUISROIG

Hay varias maneras de saber que un político está muerto, una de ellas es verle en televisión acusando a los medios de comunicación de su fracaso como líder. Pedro Sánchez es ya un cadáver político.  Su proyecto para recuperar el liderazgo del PSOE tiene pocas garantías de éxito, por no decir que no tiene ninguna. Cuando entregó su acta de diputado el pasado sábado 29 de octubre, le expidieron a cambio su certificado de defunción política. Fuera del partido Sánchez ya no es nadie y volver a entrar en el PSOE por la puerta grande, con la cantidad de enemigos que ha dejado dentro, le va a resultar imposible.

No digo que haya sido una trampa de la gestora socialista para que Sánchez tuviera que retratarse públicamente y abandonar el partido, pero al exigir que la abstención fuera unánime le obligaron al ex líder a quedarse fuera de juego. Volver a tomar las riendas es una quimera. Un sueño de perdedor idealista. Cuando las tuvo fue porque los barones y baronesas del PSOE le apoyaron y le otorgaron un poder que él no supo aprovechar. Ahora son muy pocos los gerifaltes que le respaldan, y los militantes le irán abandonando cada vez más, incluidos los catalanes.

Todos los barones y baronesas socialistas repiten la misma canción: “No es que no pueda volver a ser secretario general, pero Pedro Sánchez ya ha tenido su oportunidad. Y los resultados de su etapa no han sido buenos, sino todo lo contrario. Su salida ha sido traumática, y no ha sabido llevar al partido por la senda de la unidad”. Las críticas son demoledoras porque son fruto de la realidad. La verdad siempre se impone a las falacias y a los cuentos chinos.   “No es que no pueda volver a ser secretario general, pero Pedro Sánchez ya ha tenido su oportunidad", dicen...

Con Rubalcaba en 2011 el PSOE logró 7 millones de votos; cuatro años después, tras un Gobierno de Mariano Rajoy con grandes recortes sociales, Sánchez logra 5 millones y medio de votos, y en las elecciones del 26-J el resultado es todavía peor. Su respuesta política a este fracaso ha sido sólo una: No es no a Rajoy, pero ni una idea más. Sánchez ha destrozado una buena parte de la Historia del PSOE, pero podría acabar aniquilándolo por completo.Sánchez ha destrozado una buena parte de la Historia del PSOE, pero podría acabar aniquilándolo por completo

Su entrevista del domingo en La Sexta con Jordi Évole no fue más que su pomposo funeral y puso en evidencia su perdida de criterio. Decir que su único error fue no valorar lo buenos que son los de Podemos es pedir a gritos que los socialistas de pata negra te desprecien profundamente. O decir que España es una nación de naciones y que hay que hablar del referéndum con los independentistas, es pisar unas líneas rojas que el PSOE tiene claro que no debe cruzar.Decir que su único error fue no valorar lo buenos que son los de Podemos es pedir a gritos que los socialistas de pata negra te desprecien profundamente

A Pedro Sánchez le pasa lo mismo que al protagonista de la película “El sexto sentido”, que está muerto pero él no lo sabe. No sabe que cuando tuvo su oportunidad liderando el PSOE no supo ganarse aliados, sólo creció el número de sus enemigos. No sabe que los partidos políticos son grandes maquinarias de poder que no se controlan con el simple apoyo de un grupito de militantes despechados o pateando España con una mochila al hombro, como Labordeta.

No sabe o no quiere saber que un candidato necesita apoyos dentro y fuera del partido, incluidos los mediáticos. Está claro que Sánchez no decía lo mismo del grupo PRISA cuando “El País” le apoyaba y escribía de él que era el más “guapo” del PSOE y de la izquierda.

“Sit transit gloria mundi”. La gloria de este mundo es efímera, y si viene de la mano de la política esa gloria es más efímera.  Sánchez ya es el pasado del PSOE y lo mejor que se puede hacer con el pasado es guardarlo en la memoria para emularlo o para evitarlo. Y en este caso está muy claro.

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