Trump dijo a Juncker y Tusk que Alemania era "muy mala" en materia comercial

  • El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo a los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que Alemania era "muy mala" en materia comercial, aunque subrayó que no tiene nada en contra de este país, según ha confirmado este viernes un asesor del magnate neoyorquino.
Reuters/EP

Trump se reunió el jueves con Juncker y Tusk en su primer contacto con los líderes de la UE desde que llegó al cargo, el pasado 20 de enero, con quienes mantiene diferencias en asuntos clave como la política comercial, las relaciones con Rusia y el cambio climático, según comentó al término del encuentro el presidente del Consejo Europeo.

"Dijo que eran muy malos en comercio pero no tiene ningún problema con Alemania", de hecho, recordó a Juncker y Tusk sus orígenes alemanes, ha contado el asesor económico de Trump, Gary Cohn, en declaraciones a los medios de comunicación desde la cumbre del G7 que se celebra en la isla italiana de Sicilia.

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha incidido en el "tremendo respeto" que Trump tiene a Alemania y ha aclarado que el presidente estadounidense solo expuso las diferentes visiones de ambos países sobre la política comercial.

Juncker ha restado importancia a las palabras de Trump achacando parte de la polémica genera a una mala traducción. El inquilino de la Casa Blanca dijo 'boese', que puede traducirse como "malo" o "diabólico" y algunos medios utilizaron esta segunda acepción.

"No es cierto que el presidente adoptara un enfoque agresivo cuando habló del superávit comercial de Alemania. Dijo, como han hecho otros, que Estados Unidos tiene un problema con el superávit alemán, así que no fue agresivo en absoluto", ha sostenido Juncker.

El excedente comercial de Alemania alcanzó una cifra récord en 2016, con 253.000 millones de euros. Estas cifras también han provocado malestar entre sus socios europeos, que reclaman al Gobierno de Angela Merkel que incentive la demanda interna. Berlín atribuye su capacidad exportadora a la competitividad de su industria.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Alemania ha afirmado que "la confianza depositada en el Gobierno de Estados Unidos no ha cambiado". "A nivel político, las relaciones de trabajo marchan bien", ha dicho. No obstante, ha reconocido que "algunas cosas siguen siendo difíciles de prever" porque Trump es "a veces un poco imprevisible".

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