El 12 de marzo de 2000, el secretario general del PSOE en aquel momento, Joaquín Almunia, dimitió tras un duro varapalo en unos comicios generales. Había sido el candidato socialista electoral y cosechó el peor resultado para su partido en 20 años. El PSOE solo obtuvo 125 parlamentarios, mientras el Partido Popular lograba, con su candidato José María Aznar, una cómoda mayoría absoluta con 183 escaños.
Se abría una crisis en el partido, que se zanjó en meses más tarde en un congreso extraordinario y José Luis Rodríguez Zapatero se hizo con los mandos de la nave socialista.
El catalán José Montilla anunciaba su dimisión el 28 de noviembre de 2010. Eran poco más de las diez de la noche y apenas se habían contabilizado el 85% de los votos, pero todo apuntaba a una debacle. Finalmente, los socialistas obtenían el peor resultado de su historia en unas autonómicas catalanas, al quedarse en 28 diputados. Fue rotundo. Se comprometió a no ser nunca más candidato a la Generalitat y a dejar la secretaría general de los socialistas catalanes.
Gestos como los de Almunia y Montilla resultan excepcionales en la política española. Resulta muy difícil encontrar casos parecidos.
Hoy el PSOE de Pedro Sánchez ha conseguido un pésimo resultado. Su dimisión desde luego no se espera y seguirá luchando por ser investido presidente del Gobierno español con el apoyo, imposible, de Podemos y Ciudadanos. Los socialistas vascos han sufrido un gran varapalo en Euskadi, aunque serán decisivos, posiblemente de cara al nuevo Gobierno vasco. Han sido los grandes perdedores y han pasado de 16 escaños a nueve. Han pasado a ser la cuarta fuerza vasca, tras PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos.La candidata socialista a lehendakari Idoia Mendia, aparentemente, no tiene intención de dimitir. Se ha limitado a comentar "han sido unos malos resultados, eso está claro", pero ni una palabra de ceder paso.También en Galicia la pérdida de votos ha sido demoledora y el fracaso absoluto. El PSOE no ha conseguido evitar que En Marea les sobrepase en votos. El partido nacido de la integración de Anova, Izquierda Unida, Podemos y las mareas municipales ha logrado 14 escaños, igual que los socialistas, que lograron 18 en 2012, pero 14.000 votos más. La respuesta del candidato del PSdeG a las elecciones gallegas, Xoaquín Fernández Leiceaga, ha sido una apuesta por la reflexión, pero ni una palabra de marcharse. Reconoció que la pérdida de cuatro escaños respecto a las anteriores debe llevar al PSOE a "reflexionar de manera colectiva" sobre las causas."No estamos contentos, no nos satisface, no podemos presumir", reconoció, invitando a "una reflexión sosegada" y a "un análisis serio" sobre el retroceso de los socialistas en Galicia.
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