GAROÑA. IU EXIGE EN EL CONGRESO EL "CIERRE Y DESMANTELAMIENTO DEFINITIVO" DE TODAS LAS CENTRALES NUCLEARES

Izquierda Unida defenderá en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que exige al Gobierno que no autorice la reapertura de la Central Nuclear de Santa María de Garoña al margen del aval del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y que apruebe un calendario de cierre y desmantelamiento progresivo de las demás.
El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, recuerda en la inicaitiva que Garoña es la central más antigua de España y opera con un viejo reactor fabricado por General Electric, similar al de la accidentada central japonesa de Fukushima.
La coalición teme que ese informe del CSN siente un precedente al avalar que una central opere más allá de los cuarenta años de vida útil y al desligar la autorización de la revisión integral de seguridad de la instalación que se debe realizar cada diez años.
Garzón advierte al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que, en caso de avalar la reapertura, tiene que asumir "la responsabilidad política y penal que pueda derivarse" de esa decisión.
En la iniciativa, reclama un calendario "estricto" para el cierre y desmantelamiento progresivo" del resto de centrales que permita la implantación de energías renovables, y la coordinación de planes de dinamización de las comarcas afectadas cofinanciados con los Presupuestos Generales del Estado y las empresas propietarias de las instalaciones.
Garzón considera "inaceptable" lo que considera una "maniobra orquestada" por las empresas propietarias de las centrales para alargar su operatividad y que el CSN, en vez de velar por la seguridad "se haya puesto del lado de los intereses mercantiles" de esas empresas.
Además, denuncia que la actual composición del CSN "no refleja la conformación del Parlamento y de la sociedad" porque está controlado por el PP con apoyos "puntuales" del PSOE y toma las decisiones "al servicio de los intereses económicos de las empresas propietarias" para intentar que las centrales nucleares activas puedan seguir activas más allá de su vida útil inicialmente autorizada.
"Hay que recordar que las centrales se construyeron pensando en una vida útil de 25 años, que ya fue prorrogada en su momento a 40 y ahora se pretende extender a los 60 años", dice Garzón, que alerta además de la saturación del almacén temporal de Garoña y de la posible necesidad de construir otro.

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