Aoun pide a Abbas "preservar la estabilidad" en los campamentos de refugiados palestinos de Líbano

  • El presidente de Líbano, Michel Aoun, se ha reunido este jueves con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, al que ha pedido que trabaje para "preservar la estabilidad" en los campamentos de refugiados palestinos en el país.
EUROPA PRESS

"He subrayado la importancia del papel del presidente Abbas para preservar la estabilidad en los campamentos (de refugiados palestinos), para que no se conviertan en focos para los que buscan aprovecharse de los apuros del pueblo palestino", ha dicho.

Aoun ha destacado que en el encuentro, celebrado en el Palacio de Baabda, ambos mandatarios han acordado "cooperar de forma que beneficie los intereses de ambos países y las causas de la justicia y la paz".

Por su parte, Abbas ha recalcado que las facciones palestinas están comprometidas con la seguridad en los campamentos de refugiados en Líbano, rechazando el terrorismo "en todas sus formas".

Así, ha indicado que los refugiados son "sólo invitados", prometiendo hacer todos los esfuerzos posibles "para lograr su regreso a su patria en Palestina", según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.

En Líbano, un total de 450.000 palestinos están registrados con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), la mayoría de los cuales residen en los doce campamentos del país.

En los últimos meses se han registrado varios enfrentamientos armados en el campamento de refugiados palestinos de Ain al Hilweh, ubicado cerca de la localidad libanesa de Sidón (sur).

Los enfrentamientos estallaron en diciembre entre Al Fatá y grupos islamistas radicales tras el asesinato del miliciano islamista Samer Hmeid, que fue achacado al citado movimiento.

Según una convención existente, el Ejército libanés no puede entrar en ninguno de los doce campamentos palestinos que hay en el país, dejando la seguridad de los mismos en manos de las facciones palestinas.

El campamento de Ain el Hilweh es conocido por la existencia de fugitivos y extremistas en su interior, que se acogen a la imposibilidad de ser detenidos en el mismo por las autoridades libanesas.

En el campamento están inscritos más de 54.000 refugiados palestinos, a los que se han unido varios miles más que han huido del conflicto armado en Siria.

El Ejército libanés "pausó" en noviembre de 2016 la construcción de un "muro de seguridad" alrededor de este campamento de refugiados, el más grande del país.

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