El mandatario, conocido como 'Farmajo', ha aplaudido la decisión del Parlamento de confirmar a Jaire, quien ha jurado su cargo y tendrá ahora 30 días para formar su nuevo Gobierno, que también deberá presentar ante la sede legislativa.
'Farmajo' ha resaltado durante la sesión parlamentaria que Jaire "es la mejor opción", subrayando que "está bien informado de los desafíos a los que hace frente Somalia y está comprometido con sacar el país adelante".
Asimismo, ha manifestado que su Administración "trabajará incansablemente para lograr la reconciliación y la reconstrucción", según un comunicado publicado por la Presidencia.
El mandatario ha recalcado además que entre sus objetivos estarán "la promoción y protección de la justicia para todos" y "dar el mejor apoyo a los más vulnerables".
Tanto 'Farmajo' como Jaire han prometido trabajar junto al Parlamento "para sacar adelante programas de acción que lleven a Somalia y a su orgulloso y resiliente pueblo hacia la estabilidad, el progreso y la prosperidad".
Jaire, de nacionalidad somalí y noruega, es un maestro de colegio que acabó trabajando para el Consejo Noruego para los Refugiados (CRN) como director regional y vivió en Reino Unido, donde llevó las riendas de una empresa de hidrocarburos.
Este último empleo podría causarle problemas. En 2015, expertos de Naciones Unidas acusaron a la petrolera británica de pagar al Ministerio de Petróleo de Somalia cerca de 600.000 dólares para blindar un contrato de exploración firmado en 2013.
INSEGURIDAD Y SEQUÍA
La confirmación de Jaire como primer ministro del país llega en medio de las amenazas de la milicia islamista Al Shabaab --vinculada a la organización terrorista Al Qaeda--, que ha rechazado la elección de 'Farmajo' y ha prometido continuar con sus ataques.
Por su parte, 'Farmajo' ha prometido trabajar con la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) para luchar contra Al Shabaab, afirmando que espera "derrotar" a la milicia "en los próximos dos años".
El Ejército de Somalia, ayudado por las fuerzas de la AMISOM, combate a Al Shabaab, cuyo objetivo es derrocar al Gobierno e instaurar la ley islámica en su versión más radical.
Asimismo, el presidente somalí declaró el martes la situación de desastre nacional a causa de la sequía, con el objetivo de "hacer frente a la emergencia humanitaria en todas las zonas afectadas".
La enorme escasez de lluvias que sufre la vasta región de África Oriental desde hace meses ha supuesto una enorme dificultad no sólo para los agricultores, sino también para los ganaderos, que no pueden alimentar a sus animales debido a la falta de cosechas.
La sequía de estos últimos meses ha intensificado las desastrosas consecuencias que tuvo el paso del fenómeno climático de 'El Niño' el año pasado. En 2011 murieron cerca de 260.000 a causa de una sequía en el país.
En Somalia, las cosechas de maíz y de sorgo --un cereal muy utilizado en países como Etiopía y Somalia para cocinar tortas-- han bajado en más de un 75 por ciento.
La escasez de cereal disponible es una de las principales causas por las que alrededor de 6,2 millones de somalíes --más de la mitad de la población del país-- sufren inseguridad alimentaria grave.
Las autoridades del país han registrado durante las últimas seis semanas el desplazamiento interno de miles de personas, las cuales se han trasladado desde la región de Somalilandia a Puntlandia en busca de agua y alimentos.
La ONU, que ha advertido de que la situación se está extendiendo a lo largo de todo el país, ha señalado que miles de somalíes están buscado refugio en Etiopía. Desde principios de enero, más de un centenar de refugiados llegan cada día al campo de refugiados de Dollo Ado, en Etiopía.
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