Valparaíso (Chile), 13 jun.- La Cámara de Diputados chilena, en una jornada calificada de histórica, aprobó hoy el proyecto que deroga la Ley Reservada del Cobre, el mayor producto de exportación chileno, con el que se financiaban las Fuerzas Armadas, y estableció un nuevo mecanismo de financiación.
La iniciativa que establece un nuevo mecanismo de financiación de las capacidades estratégicas de la Defensa Nacional, reemplaza a la normativa creada en 1958 y profundizada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que entregaba a las instituciones castrenses el 10 % de las ventas de la minera estatal Codelco, para compras militares.
La nueva ley de financiación para las Fuerzas Armadas chilenas establece que se fijará un presupuesto plurianual cada cuatro años para los gastos en defensa, los cuales serán "supervigilados" por la Contraloría.
Lo anterior transparentará la utilización de dineros, evitando un uso fraudulento de los recursos fiscales.
Tras la votación, el ministro de Defensa, Andrés Allamand, en declaraciones a los periodistas, agradeció el respaldo de todos los sectores políticos "que en una votación histórica, han aprobado por unanimidad el proyecto que deroga la ley reservada del cobre e introduce un nuevo sistema de financiamiento para las FF.AA.".
Allamand destacó que más allá de algunas diferencias puntuales, la forma en que la Cámara abordó este proyecto fue ejemplar.
"Ha prevalecido el respeto por las opiniones de los miembros de esta corporación y esta votación refleja que la Cámara ha sido fiel a una tradición que la honra, que es que en materia de defensa y relaciones exteriores todos los temas se abordan con un criterio de Estado, separando los aspectos contingentes y de coyuntura y buscando siempre los mayores grados de consenso posible", recalcó.
Lo propio estimaron los parlamentarios de la oposición, tal como lo expresó el diputado del Partido por la Democracia y miembro de la comisión de defensa de la cámara baja, Patricio Hales, quien aseveró que se votó de manera unitaria con una visión de Estado.
"Votamos por el bien de Chile, no por el bien de los políticos de turno", agregó.
El proyecto fue derivado ahora al Senado, corporación que lo ratificará a más tardar en julio, para dejarlo en condiciones de ser promulgado como Ley de la República.
El presidente Sebastián Piñera explicó en una conferencia en febrero de 2011, que esta reforma busca otorgar a las Fuerzas Armadas chilenas "un horizonte de estabilidad que le permita planificar su misión" a largo plazo, no condicionado por el precio del cobre.
El nuevo sistema incluirá un programa elaborado con un horizonte de doce años y un presupuesto plurianual que será aprobado por el Parlamento, así como un fondo de contingencia de la defensa que permitirá complementar esos recursos en caso de que sea necesario.
Piñera recordó entonces que entre sus promesas de campaña figuraba la derogación de esta ley criticada por diversos sectores ya que ampara el secretismo sobre los gastos militares.
En esta línea y para mejorar la transparencia en esta área, el Ministerio de Hacienda anunció a principio del 2011 que se encargará de administrar los fondos de esa ley, que hasta ese momento estaban a cargo del Ministerio de Defensa.
El Gobierno explicó entonces que esos fondos se invertirán en instrumentos financieros en el extranjero, aunque estarán a disposición de Defensa cuando este departamento los necesite.
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