IGLESIAS PEDIRÁ A SÁNCHEZ EN SU REUNIÓN DEL MARTES "GESTOS" DEL PSOE EN EL PARLAMENTO

- Entre ellos que complete "el paso" que supone abstenerse en la convalidación del CETA y vote en contra. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, pedirá el próximo martes al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que defienda iniciativas y medidas en el Parlamento que demuestren que los socialistas han emprendido un cambio de rumbo tras las primarias de mayo.
Quince meses han pasado desde que ambos dirigentes compartieran mesa para intentar un acercamiento. El último encuentro que mantuvieron Sánchez e Iglesias se remonta al 30 de marzo de 2016, cuando el socialista ya se había presentado a una investidura fallida (1 de marzo) e intentaba de nuevo sentarse con la oposición, tras la irrupción de Ciudadanos y Podemos en el Congreso en las elecciones generales del 20 de diciembre.
Fue en aquel mediático encuentro en el que el líder de Podemos le regaló un libro de baloncesto (‘Historia del baloncesto en España’) a Sánchez con una dedicatoria intencionada: “Es bueno empezar por lo que nos une. Un abrazo. Pablo Iglesias”.
Ambos realizaron un paseíllo por la Carrera de San Jerónimo para entrar juntos en la Cámara Baja y dirigirse a las dependencias del Grupo Parlamentario Socialista, donde previsiblemente también tendrá lugar la reunión del próximo martes.
Sobre la mesa se situaba la exigencia de Iglesias de ser vicepresidente del Gobierno. Su argumento se sustentaba en que los socialistas “solo” habían conseguido 300.000 votos más que Podemos el 20-D.
Días después, se produciría el primer encuentro público en una mesa ‘a tres’ entre los equipos negociadores de PSOE, Podemos y Ciudadanos, pese a que Pablo Iglesias y Albert Rivera hacían cada día más evidentes sus diferencias. El presidente de Ciudadanos estaba más próximo al socialista, como se constató el 24 de febrero de 2016 con el acuerdo de Gobierno que ambas formaciones suscribieron.
Después de frustrarse un acuerdo 'a tres' y de producirse las segundas elecciones generales del 26 de junio, en Podemos comenzaban a surgir diferencias internas y en septiembre ya eran públicas las distintas estrategias que defendían Iglesias y el actual secretario de Análisis Estratégico de Podemos, Íñigo Errejón.
La pugna entre los dos rostros más visibles de Podemos se intensificó en septiembre -a poco más de un mes de que pudieran disolverse las Cortes Generales si no se formaba Gobierno- como consecuencia de las diferencias que ambos mantenían respecto a la postura que su partido debía adoptar para facilitar que Pedro Sánchez presidiera un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy.
Iglesias apostaba por seguir tratando “de igual a igual” al PSOE, y más teniendo en cuenta la escasa diferencia entre ambas formaciones en la elecciones de junio (85 escaños los socialista y 71 Podemos), mientras que Errejón abogaba por un “acuerdo de investidura” junto a las fuerzas nacionalistas catalanas y vascas para buscar la mayoría parlamentaria necesaria.
Sin embargo, Iglesias ya hablaba de “cavar trincheras” en la sociedad civil y “empoderar” a los militantes, con el objetivo de armar un frente también desde las calles, al tiempo que se postulaba como la principal oposición al PP.
Entonces, el líder de Podemos celebraba tener contacto habitual con Sánchez a través del canal de mensajería de Telegram, e incluso el socialista le llamó telefónicamente en el mes de septiembre para intentar de nuevo acercar posturas sobre la base de que lo que más le convenía a España era un Gobierno que implementase la justicia social y la regeneración democrática.
Tras la dimisión de Sánchez el 1 de octubre, el abandono de su acta como diputado y la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, el foco de atención se situó en la puesta en marcha de la Gestora socialista y en la celebración de los congresos de PP y Podemos en el mes de febrero de este año.
Por su parte, Sánchez empezaba a idear su vuelta a la escena política y en Twitter felicitaba a Rajoy e Iglesias por la renovación de sus liderazgos en estos cónclaves, añadiendo que en el PSOE tenían que esperar “unos meses más”.
Sánchez ganó las primarias del 22 de mayo y en su discurso en el 39 Congreso Federal del pasado fin de semana lanzó distintos mensajes que denotan su intención de “recuperar” el voto desplazado a Podemos, para lo que se erigió como el mejor representante del 15-M y de aquellos “que hace seis años decían que nadie les representaba”. “Hoy el reloj del PSOE y el reloj de España marcan la misma hora. Hoy hemos puesto al PSOE rumbo a La Moncloa”, afirmó.
Sin embargo, las relaciones entre PSOE y Podemos parecen haber cambiado poco durante las últimas semanas, si bien mientras Iglesias y Rivera no ocultan sus diferencias, el secretario general de Podemos espera “gestos” en el Parlamento de Sánchez, después de que éste último vaya a impulsar equipos de trabajo para que la oposición “acabe con la acción legislativa” del PP.
En este contexto se producirá la cita entre ambos del próximo martes en el Congreso de los Diputados, en la que Iglesias aprovechará para trasladarle su plan contra la pobreza infantil. Se trata de una proposición de ley -que registró el pasado viernes- en la que pide subir a cien euros al mes la prestación por hijo a cargo, llegando a casi un millón y medio de hogares y con un coste de unos 2.500 millones de euros.
También propondrá al líder del PSOE “una reunión de equipos” integrada por representantes de ambos partidos para abordar asuntos como la plurinacionalidad y marcar la hoja de ruta para sacar al PP del Gobierno.
Sánchez se reunirá también con el presidente de Ciudadanos en la Cámara Baja el miércoles a las 16.30 horas. Eso sí, Rivera le ha trasladado a Sánchez en una conversación telefónica que si su intención es la de buscar apoyo para otra moción de censura con Podemos o partidos separatistas no sería necesaria ninguna reunión porque no comparte ese planteamiento.

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