El cierre de Vine y otras redes sociales que murieron en el intento

  • Twitter ha anunciado el cierre de la red social de vídeos breves Vine y su mal momento hace pensar que deberán dar un giro a su modelo de negocio para no desaparecer.

    En los últimos años se han vivido varios declives o cierres que hacen pensar en el futuro de las redes sociales: ¿serán cada vez más efímeras?

Pantalla de un smartphone. Imagen de archivo
Pantalla de un smartphone. Imagen de archivo
Luis Díaz

La vida de Vine ha acabado siendo similar a su contenido: muy breve. Twitter anunció que cerrará en los próximos meses la red social de vídeos en bucle, que fue fundada en junio de 2012. A finales de octubre de ese mismo año fue comprada por Twitter, y cuatro años después pone punto final a su existencia.

No hay fecha definitiva para el cierre -su página y app siguen operativas-, sólo se sabe que "En los próximos meses vamos a suspender la aplicación móvil", según indicaron Twitter y Vine en un comunicado conjunto en el que confirmaron que los usuarios de la aplicación podrán descargar los vídeos que compartieron.

Cuando nació Vine supuso una auténtica revolución para el audiovisual. Tanto es así que otras redes sociales copiaron sus bucles de apenas seis segundos, lo que poco a poco le restó importancia y usuarios activos. Estos vídeos permitían crear contenido humorísticos de escasos segundos que lograban gran viraidad en otras redes sociales.

Copiar funciones es habitual entre las redes sociales, incluso WhatsApp lo hace, pero acaba suponiendo una lucha por la supervivencia, la ley del más fuerte. Instagram y Snapchat han dado la puntilla a esta red social que hace tan sólo un par de años parecía contar con un robusto futuro. Hace un año contaba con 200 millones de usuarios mensuales y 1.500 millones de 'loops' diarios. Si bien es cierto que estos vídeos se reproducen automáticamente, Snapchat no llega a esa cifra y se queda en 150 millones.La fuga de los 'viners'

Incluso las estrellas que emergieron en Vine han acabado abandonando los 'loops'. En España, Andrea Compton (264.000 seguidores) o Antón Lofer (235,763 seguidores), dos de los 'viners' más conocidos, han pasado de compartir 'vines' para crear contenido en otras redes sociales como Instagram o YouTube. E incluso participan en formatos alejados de Internet, con colaboraciones en radios como Los 40 principales. 

Esta huida hacia otras redes sociales también la han protagonizado en Estados Unidos usuarios como Jerry Purpdrank (9,1 millones de seguidores) o Piques (3,1), que se han despedido de Vine y han agradecido el salto a la fama que les proporcionaron los vídeos en bucle. Y han recordado a sus followers que van a seguir subiendo contenido en sus otras redes sociales. El motivo: es más sencillo monetizar el contenido en YouTube que en Vine.

Twitter, en el punto de mira

En los últimos años Twitter ha intentado reforzar su apartado de vídeo, apostar por los directos -adquirió Periscope para ello- y demás actualizaciones. Una renovación que no se ha producido en Vine. No parecía lógico mantener una filial dedicada al audiovisual cuando ya contaba con las mismas prestaciones en su buque insignia. Vine, que este verano amplió la duración de sus vídeos a 140 segundos, ya no tenía nada diferente que ofrecer.

Junto a ésta pérdida de innovación, la mala situación de Twitter -y la pérdida de notoriedad de Vine,- han sido las causas principales de esta obsolescencia programada. La red social del pajarito cerró el tercer trimestre con 103 millones de pérdidas -94 millones de euros-, lo que ha obligado a la compañía a anunciar el despido del un 9% de su plantilla, unos 350 empleados.

Si a esto se suma la fallida operación de compra que ha vivido en las últimas semanas no sorprende la necesidad de soltar lastres. Y es que según Twitter "La reestructuración y reducción de la plantilla, que se centra principalmente en la reorganización de sus ventas, alianzas y esfuerzos de marketing, pretende crear una mayor concentración y eficiencia para permitir a Twitter alcanzar la rentabilidad en 2017".

'Financial Times' alertó en un editorial de que "resulta difícil vislumbrar cómo conseguirá ganarse el interés de los accionistas una red social con bajo crecimiento y bajos beneficios". Contando con 317 millones de usuarios activos, según la compañía, sus constantes caídas en Bolsa y el despegue de otras redes sociales como Snapchat hacen pensar que a Twitter se le pueden cortar las alas.Vine no fue la primera en decir adiós

Este cierre no sorprende si se tiene en cuenta que Vine se sumará a la lista de estrellas fugaces que acapararon el tiempo de los internautas. E hicieron perder mucho tiempo a los adolescentes. El caso más cercano fue el de la versión castiza de Facebook: Tuenti. Contaba con más de 20 millones de usuarios registrados y el beneplácito de todos los menores españoles tras su fundación en 2006. Pero nada de eso sirvió para que anunciasen el cierre de su red social hace unos meses tras el abandona de los usuarios, que con el paso de los años se pasaron a otros formatos. Ahora es únicamente una operadora bajo el auspicio de Telefónica, que compró Tuenti en 2013.

En la misma línea, a principios de éste año Fotolog dijo basta tras años de olvido. Fueron 14 años de vida, una década de existencia más que Vine. Y es que cuando en 2008 todo el mundo colgaba sus fotos junto a frases profundas rondaba los 20 millones de usuarios. Inimaginable un final tan triste.

Otra de las redes sociales primigenias que resiste el tirón es MySpace, que todavía no da su brazo a torcer y lleva operativa desde 2002. El nacimiento de Facebook la relegó a un segundo lugar, y sus 32 millones de usuarios decidieron que era buen momento para buscar nuevas metas. Aun así, cuando se ven sus cifras de usuarios parecen ridículas comparadas con las de Facebook, que cuenta con 1.650 millones de usuarios. MySpace, al igual que Fotolog, no reaccionó a tiempo a las novedades que ofrecía Facebook. Principalmente, la privacidad.

Pero hay casos que demuestran que equivocarse no siempre va ligada a la desaparición inminente. Google y su red social, Google +, fueron un fracaso desde el principio. Contar con un paracaídas como es el buscador permite estos estrepitosos fallos. Aun así, se puede ver un patrón en estos casos: la falta de adaptación a los nuevos tiempos y aparición de rivales que satisfacen las necesidades del mercado.Todavía quedan intocables

A pesar de que algunas hayan perecido en el intento, sí se habla de gigantes como YouTube -propiedad de Google- o Facebook están obligadas a consumir los datos de los smartphones unos cuantos años más. La compañía de Mark Zuckerberg y el gigante Google llevan años comprando cualquier empresa que intenta hacerles competencia, montando un duopolio en Internet al que es difícil plantar cara.

Sin ir más lejos, Instagram es propiedad de Facebook, al igual que WhatsApp y un buen puñado más de empresas tecnológicas. Lo mismo ocurre con Alphabet, matriz de Google, que no sólo fagocita a los futuros rivales, también prueba suerte en sectores como la telefonía móvil. Eso sí, siempre hay que recordar que todo lo que nace en Internet es tan efímero como el contenido que se difunde en las redes sociales.

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