Fortalezas y debilidades del capítulo 6x01 de 'Juego de tronos'

Esta madrugada los fans de 'Juego de tronos' volvieron a escuchar por fin la inconfundible melodía de la serie que acompaña al arquitectónico 'opening'. La emoción floreció entre los seguidores de la serie que se reunieron en el evento especial organizado por Movistar+ en Madrid (y seguro que a todos los que se quedaron en sus casas hasta las cuatro de la mañana). Incluso a nosotros nos cautivó por momentos, pero ahora en frío la sensación con el primer capítulo de la sexta temporada nos ha dejado un sabor agridulce, pues, al abarcar (casi) todas las ramas en las que está dividida la historia en cincuenta minutos, no hay tiempo para explayarse y te deja da la sensación de que ha habido poco movimiento en el tablero (con dos sorprendentes excepciones que pasaremos a abordar).

[¡Ojo spoilers!] En parte es lógico que un primer episodio de una temporada se dedique a colocar las piezas para seguir con el desarrollo estratégico de la jugada maestra. Pero, con tanto tráiler, clips e imágenes publicadas, el 80 % de lo visto resultaba familiar (Arya recibiendo palos mermada por su ceguera, Sansa y Theon huyendo de los Bolton, Cersei llorando la muerte de Myrcella...). Como mencionamos arriba, solo un par de escenas se salieron de esa tranquilidad de un debut y levantaron clamores de sorpresa entre la multitud que observaba con atención todo lo que acontecía en Poniente.

'The Red Woman' (La Mujer Roja), que así se llama el capítulo, comienza como terminó la quinta temporada, con Jon Nieve yaciendo muerto sobre la nieve. Sabemos que todavía había gente que esperaba que, tras las numerosas puñaladas recibidas, el bastardo de los Stark siguiera vivo. Sentimos bajaros los pies a la tierra a los que así lo creyeran. Jon está muerto. Y los que tuvieran asumido ya que el Lord Comandante había pasado a mejor vida, pero esperaban una rápida resurrección en el primer capítulo, también se llevarán una decepción. Si lo pensamos bien, en caso de querer traerle a la vida, HBO eliminaría, si lo hiciera con tanta premura, esa jugosa incógnita que levanta tantas teorías y expectación. Sigo pensando que regresará de alguna forma. ¿Cómo? ¿Por qué no con Melisandre de por medio?

Jon yace sobre una mesa salvaguardado por Davos Seaworth, Edd el Penas y otros leales compañeros, que debaten cuál será su próximo movimiento y si este debe incluir a Melisandre. Una Melisandre que es la protagonista sin discusión del capítulo (ya lo predecía el título) y que dejó ojipláticos a los espectadores cuando al final del episodio un desnudo integral de la actriz Carice van Houten se convierte en una secuencia de impactantes fotogramas de la sacerdotisa consumida por la vejez. ¿Tendrá que ver ese envejecimiento con la resurrección de Jon? ¿Será ese su aspecto real? La próxima semana saldremos de dudas, pero ya ruedan por ahí teorías al respecto.

El otro punto fuerte del capítulo tuvo lugar en la linde sur de Poniente, en Dorne. Fuerte porque fue inesperado, pero da la impresión de que los guionistas, que ya ningunearon previamente a la tierra de los Martell, han querido quitarse de un plumazo a la calurosa Dorne. Ellaria, que ya se encargó de envenenar a Myrcella al final de la quinta temporada, apuñala al príncipe Doran sin miramientos. También es el fin de Areo Hotah y de Trystane, este último en una escena diferente y muy 'gore', que gustará a los amantes de la brutalidad 'estilo Oberyn'. Una de las Serpientes de Arena le atraviesa la cabeza con una lanza y se muestra tal cual en pantalla.

Quitando las escenas mencionadas en el Muro y en Dorne, el resto nos mostraron pequeños aperitivos de los que nos aguardará en futuros capítulos.

Sansa y Theon intentan escapar de los hombres de los Bolton, unos Bolton que saben que han perdido la pieza del tablero que les permitía gobernar por derecho Invernalia y que tienen claro que no van a dejar que se salgan con la suya tan fácilmente. Los soldados finalmente alcanzan a la pareja en pleno bosque nevado. Cuando están a punto de caer de nuevo en las garras de esta despiadada casa, Brienne y Podrick llegan al rescate, acabando con la amenaza y ofreciendo la guerrera sus servicios a la mayor de los Stark. Por fin Brienne puede dormir tranquila, o al menos empezar a cumplir la promesa que hizo a Lady Catelyn.

En Desembarco del Rey, se nos deja ver a una Cersei Lannister derrumbada por la muerte de su hija, Myrcella. Una muerte que le hace ver que la profecía de Maggy La Rana ("De oro serán sus coronas y de oro sus mortajas") está sucediendo tal cual proclamó. Primero Joffrey, ahora Myrcella... ¿veremos pronto a Tommen en un sepulcro?

En la capital de Poniente también está Margaery Tyrell, que tiene una breve escena en este primer capítulo. La reina, encerrada en el Gran Septo, charla con el Gorrión Supremo, quien la invita a que confiese sus pecados.

Cruzamos el Mar Angosto, donde nos topamos con Arya, Tyrion y Daenerys.

Arya, que fue castigada con la ceguera por incumplir el mandato del Dios de los Muchos Rostros, está intentando acostumbrarse a su nueva forma de vida, mermada -por ahora- por la falta de visión. La vemos pidiendo en unas escaleras hasta que llega su compañera de la Casa de Blanco y Negro y le arrea unos buenos 'palazos', comenzando lo que parece un entrenamiento para hacer de ella una hábil luchadora. Seguro que pronto veremos a Arya repartir cual Daredevil. Todavía tiene mucho que decir.

Tyrion, que ahora gobierna en Meereen, pasea junto a su inseparable Varys. Poca profundidad tiene esta escena, a excepción de ver arder la flota de Daenerys. Con los Hijos de la Arpía todavía por ahí, parece que la tranquilidad tardará en llegar a la ciudad.

Por último, pero no menos importante, mención para Daenerys, que tras huir a lomos de Drogon en la quinta temporada, es hecha prisionera por los dothraki. La madre de dragones, mugrienta tras una larga caminata por parajes desérticos, tiene un cara a cara con Khal Moro, quien la ningunea (e incluso está a punto de arrancarle la ropa) hasta que esta le dice que fue la mujer de Khal Drogo, lo que la libra de que ningún otro dothraki la toque. No obstante, aunque se ha ganado esa inmunidad, no tiene pinta de que la vida de Daenerys vaya a ser nada fácil a partir de ahora, al menos hasta que Jorah Mormont y Daario Naharis la encuentren (si lo hacen, claro).