LOS MONOS CAPUCHINOS AFILAN PIEDRAS COMO LOS ANCESTROS HUMANOS EN EL PALEOLÍTICO

- Este hallazgo cuestiona que todas las piedras talladas antiguas sean de homínidos. El mono silbador, una especie de capuchino salvaje que habita en Brasil, es capaz de producir de forma accidental y a golpes piedras afiladas similares a las herramientas desarrolladas deliberadamente por homínidos o antepasados humanos en el Paleolítico (hace 2,6 millones de años).
Este hallazgo abre la puerta a poner en duda si todos esos utensilios identificados por arqueólogos como obra de ancestros humanos fueron hechos por otros primates extintos, según un estudio elaborado por investigadores del Instituto de Psicología de la Universidad de Sao Paulo (IP-USP) de Brasil, en colaboración con colegas de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Oxford y el Instituto de Arqueología de Londres (Reino Unido), a partir de la observación de monos silbadores (‘Sapajus libidinosus’) en el Parque Nacional Serra da Capivara, en el Estado de Piauí (Brasil).
En un artículo publicado en la revista ‘Nature’, los científicos indican que, además del uso de piedras para diversos fines, como abrir semillas o frutos para extraer su parte comestible (en cocos y anacardos, por ejemplo), el mono capuchino silbador hace láminas de piedra afiladas con un fuerte y repetido martilleo de una piedra contra otra situada en un afloramiento rocoso, para después olfatear y lamer el polvo de cuarzo resultante con propósitos dietéticos.
Este comportamiento provoca frecuentemente y de forma accidental láminas de piedra afiladas y concoidas con caras redondeadas y suaves que se asemejan a la forma de una concha, que los monos dejan caer tras lamer el polvo de cuarzo. Muchas de ellas son similares a las herramientas líticas talladas en rocas por los homínidos durante la era paleolítica.
“Descubrimos que algunas de las láminas de piedra producidas accidentalmente por estos monos capuchinos eran muy similares a las herramientas de piedra de Oldowan”, apunta Tiago Falótico, doctorando del IP-USP y uno de los autores del estudio.
Encontradas en Tanzania a mediados del siglo XX, las de Oldowan son de las herramientas de piedra más antiguas jamás encontradas, ya que datan de hace 2,6 millones de años y generalmente se asocian al ‘Homo habilis’, una de las especies más antiguas del género ‘Homo’, que incluye a los seres humanos modernos.
PIEDRAS CONCOIDALES, COMO LOS HOMÍNIDOS
Falótico y Eduardo Ottoni, autor principal del estudio, analizaron durante mucho tiempo el comportamiento de los monos capuchinos en el Parque Nacional Serra da Capivara y con frecuencia les han visto oler y lamer el polvo de cuarzo que queda después de golpear piedras. "Nuestras observaciones sugieren que pueden estar buscando una fuente dietética de trazas de silicio o remover el liquen desde las piedras”, apunta Falótico.
Los fragmentos de piedra y otro material obtenido por Falótico y Ottoni tras varios años de estudio fueron analizados por Tomos Proffitt, investigador de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Oxford y experto en las herramientas de piedra de Oldowan, y Michael Haslam, del Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres.
Ambos arqueólogos determinaron que las láminas de piedra producidas involuntariamente por los monos capuchinos de Brasil tienen características y formas idénticas a las herramientas que los homínidos hacían intencionadamente, puesto que la mitad de los fragmentos presentaban una forma concoidal, típicamente asociadas con las de los antepasados humanos, así como diversos grados de daño por percusión en sus superficies y bordes afilados.
"Los paleoantropólogos usan las características de las láminas de piedra afiladas tanto para distinguirlas de las piedras naturalmente rotas como para atribuirlas a los homínidos que producían láminas con estas formas intencionalmente para usarlas como herramientas", señala Falótico.
En este sentido, los investigadores apuntan que el nuevo descubrimiento abre la posibilidad de que algunas piedras laminadas pudieran ser identificadas en el registro paleontológico a simios y monos extintos, dado que las láminas de piedra de los monos capuchinos son indistinguibles de muchas hechas adrede por homínidos primitivos.
"Cuando se encuentran fragmentos afilados en un sitio arqueológico, suele ser más fácil atribuirlos a los homínidos porque las mismas excavaciones generalmente también dan lugar a muchos núcleos de piedra y signos de ocupación humana, como incendios. Sin embargo, cuando se encuentran aisladas con pocos o ningún otro utensilio arqueológico, debemos tener en cuenta que no necesariamente han sido producidos por los antepasados humanos", sentencia Falótico.

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