Según ha detallado, tras conseguir el pasado año 11.000 espectadores --y 2.000 copas de vino vendidas-- el festival ha registrado "un buen rumbo" en la venta de entradas.
El concierto de Tom Jones cuenta con el 30% de las entradas vendidas, Els Amics de les Arts han casi agotado, como Ramon Mirabet, mientras que Rosana tiene medio aforo vendido.
Con un cartel en el que también se encuentran Txarango, David Bustamente, Loquillo, Judit Neddermann, Pedro Guerra, Paula Valls y Maria Arnal con Marcel Bagés, el festival no aspira a convocar los grandes estrenos discográficos del verano, sino a ser un festival "delicatessen", que cuenta con un 32% de público barcelonés.
CONCIERTOS MARIDADOS
Toda esta propuesta se oferta maridada en cada concierto con un vino de la DO Empordà elegido por la sommelier del festival, Laura Masramon, que propone "vivir la música a través del vino".
Aparte de poder consumir la propuesta elegida por la especialista durante los conciertos, cada bodega participante realiza unas catas reducidas para 30 personas antes de cada concierto.
La alcaldesa del Ayuntamiento de Roses (Girona), Montserrat Mindan, ha abogado por unir patrimonio y música, con un "salto" en la edición de este año proque permite unir el patrimonio con recitales de calidad, diferenciándose del resto de festivales musicales.
El director del Patronato de Turismo, Ramon Ramos, ha celebrado el equipo que está posicionando a la comarca como destino turístico de primer orden, mientras que el director del Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC), Xavi Díaz, ha destacado que las comarcas de Girona en verano "se llevan la palma" en los festivales de verano.
Ha destacado también su atractivo natural y patrimonial, y la singularidad del festival, así como su "delicadeza", y un cartel de notable calidad, que programa artistas catalanes.
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