Jean-Pierre Léaud: el personaje de Luis XIV "me seguirá hasta la muerte"

El actor Jean-Pierre Léaud, leyenda del cine francés que a los 72 años encarna a Luis XIV en un filme del catalán Albert Serra, dijo que por su intensidad y profundidad este papel le acompañará "hasta la muerte".

El actor fetiche de François Truffaut recibirá este domingo en Cannes una Palma de Oro de honor por el conjunto de su carrera.

En "La muerte de Luis XIV" encarna sin grandilocuencia al soberano francés de 76 años en los días de agonía que precedieron su muerte el 1º de septiembre de 1715.

La película de Serra enfoca de manera intimista el ocaso del Rey Sol acostado en la alcoba real rodeado de un puñado de cortesanos y de los médicos incapaces de frenar el avance de una gangrena.

Léaud recibió a la AFP para una entrevista acostado en la cama en el hotel donde se hospeda en Cannes, vestido de pantalón con tiradores, camisa blanca y corbata roja.

"Intenté dar la mayor intensidad física y de presencia que podía, porque sabía que era importante para mí y que este personaje me seguirá hasta la muerte", dijo el actor.

"Esperé a la muerte con una especie de tensión cotidiana e interna, incluso una especie de odio y violencia al verla acercarse. Eso es lo que hizo toda la película".

Muchos de los diálogos que se rodaron --explica el actor-- "Serra los cortó, para que sólo quedase la intensidad, el silencio muy profundo de un monarca, es algo que yo no sabía que estaba en mí, algo majestuoso. La autoridad de un monarca frente al sufrimiento y a la muerte".

Antes de morir, el rey de longevidad extrema para la época vio desaparecer a los que hicieron la grandeza de su reino y enterró a hijos y nietos. El delfín de cinco años, futuro Luis XV, era su bisnieto.

Del mismo modo, Léaud evocó a sus propios fantasmas: Jean Eustache, Jacques Rivette y el resto de los realizadores de la "Nouvelle Vague" que encabezó François Truffaut.

"Estaban todos ahí, muy presentes, y durante la filmación sentía un movimiento del pensamiento en acción y la creatividad de todos aquellos grandes realizadores con los que he trabajado. Me dí cuenta que entre Albert Serra y yo pasaba algo excepcional, y el resultado está en la pantalla".

La poderosa figura de Luis XIV le permitió además enterrar por fin a la de Antoine Doinel, el personaje de Truffaut que encarnó a lo largo de las películas del maestro francés desde "Los 400 golpes" (1959).

Una tarea "gigantesca" para el actor septuagenario, cuya vida trascurrió desde la adolescencia a la sombra el personaje de ficción de su mentor y que lo dejó casi al borde de la locura.

"Sabía que esta película sería sumamente importante para mí y que tenía que encarnar a Luis XIV de la manera lo más profunda posible, y que era una ruptura radical, actuada con la mayor intensidad posible, con relación a Antoine Doinel".

Según Léaud, gracias al trabajo del realizador catalán en el montaje, "lo que queda es una especie de improvisación permanente en el silencio de lo que representa la enfermedad y la muerte".

Léaud dice que el filme tuvo tan buena acogida en Cannes que no descarta seguir actuando en papeles adaptados a su edad.

En una entrevista separada, Albert Serra dijo a AFP que su idea había sido filmar "cómo el poder absoluto se vuelve impotente".

Sobre el rodaje en dos semanas, contó que "no hubo ensayos" con Léaud ni con el resto de los actores profesionales.

"El primer día que llegó al rodaje lo vistieron, le pusieron una peluca y empezamos a trabajar", en un proceso en el que el catalán cansó al actor con horas intensas de filmación para luego sólo retener diálogos de pocas palabras y quejidos del monarca agonizante.

En su película, aseguró, "no hay dramaturgia de la acción sino dramaturgia de la presencia de un actor, que es insustituible con palabras. Viéndolo hay una inmediatez y una sensación de verdad más poderosa. Yo trabajo con imágenes, no con ideas".

En la época de Luis XIV, acota Serra, "la muerte era una cosa menos dramática y romántica que hoy en día y eso se refleja en la película. La muerte no es un punto culminante con una gran frase y un gran gesto, sino que forma parte de la vida, sucede y de eso se pasa a la autopsia".

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