Miles de personas abarrotan la Plaza Mayor de Cáceres hasta la madrugada en los conciertos de WOMAD 2016

Una asistencia multitudinaria que ponen de manifiesto el "absoluto" idilio que mantienen Cáceres y el certamen, y que este año cumple su 25 aniversario. La actuación de Rachid Taha respondió a las expectativas que había despertado, e hizo vibrar a una audiencia que coreó y tarareó sus grandes éxitos: Barra Barra, BentSahra, Rock TheKasbah y, sobre todo, Ya Rayah, según informa el Festival en una nota de prensa.

Fue la culminación a una sesión musical que se había abierto a media tarde en clave extremeña y femenina con Mujer Cocodrilo y Descalzas, cuyas propuestas sonoras transitan por el mestizaje y la fusión.

También pasó Osaka Monaurail por WOMAD Cáceres. La Plaza Mayor bailó, saltó y disfrutó con la descarga de funk, las cuidadas coreografías y los guiños a James Brown que ofreció este grupo japonés.

Como también aplaudió el sorprendente eclecticismo de la israelí de origen etiope Ester Rada, quien fusiona de un modo delicado y maravilloso los ritmos negros con el funk, el soul y el R&B.

Antes de que Rachid Taha provocara el "clímax", en la Plaza de San Jorge, en pleno casco antiguo, Niño de Elche confirmó que es "presente y futuro del flamenco más atrevido y rompedor". Su valentía musical encontró la complicidad de un público que se rindió también a las melodías de 47SOUL procedentes de Oriente Medio.

Además, en la Plaza de Santa María las bandas emergentes extremeñas Cochera Suite, Celda 47, El Gen de Ayla y Lorkan& DJ Kastdieron vida al nuevo Escenario IJEX@WOMAD.

WOMAD Y CÁCERES

La narradora, poetisa y dramaturga extremeña Inma Chacón fue la encargada de dar lectura a un manifiesto en el que recordó la "integración total" entre WOMAD y Cáceres.

"Música, arte y danza, los tres pilares de WOMAD, se han fundido estos 25 años en esta ciudad monumental, entre sus calles, sus plazas y su historia como si fueran tan hijos de la ciudad como los que hoy están aquí con 25 años cumplidos", proclamó la escritora.

También destacó que la integración entre el festival y Cáceres "nos ha permitido sentir más de cerca los efectos de la intolerancia, el racismo o las desigualdades. Y a saber combatirlas también a través de los sentidos, de las emociones, y del sentimiento, para convertirnos en una ciudad más tolerante, más abierta, más acogedora y más vivible".

Las palabras también fueron protagonistas de este viernes en el Gran Teatro con 25 Años / 25 Letras, una actividad que redescubrió y reinterpretó 25 canciones que en este tiempo han sido significativas para la ciudad y el festival. Sobre el mismo escenario AbassDodoo y Landing Mané provocaron que el patio de butacas enloqueciera con las percusiones y las danzas africanas.